Gabriel Gómez tenía cinco años cuando visitó a su padre Helios Gómez, recluso en la cárcel Modelo de Barcelona. Era un sindicalista antifranquista, pintor, cartelista y poeta de etnia gitana al que la represión franquista encarceló varias veces. En 1948 fue recluido por pertenecer a una asociación declarada como ilegal. Estuvo encarcelado hasta 1954. “El día de la Mercé permitían que los familiares viniéramos a la prisión. Estuve en el patio de la Modelo con mi padre. En casa pasábamos mucha hambre y vi el rancho de garbanzos que les iban a dar pero no me dejo probar bocado”, recuerda Gómez. Es de los pocos recuerdos que conserva. Helios murió en 1956 con 51 años. En 1950, siendo recluso, el sacerdote de prisión, Bienvenido Lahoz, obligó a Helios a pintar en una celda —la número 1 del primer piso de la cuarta galería— una capilla para que los reclusos pudieran rezar antes de que les enviaran al pelotón de fusilamiento. “Sé que al principio se negó. Luego pintó una virgen gitana, los ángeles también y los personajes que aparecían en la obra eran otros reclusos”, instruye Gabriel. La obra de arte pasó a denominarse la Capilla Gitana y solo podían disfrutar los presos de la cuarta galería. En 1998, bajo el mandato convergente en la consejera de Justicia de Núria de Gispert, el director de la Modelo alegó “razones de higiene” y ordenó pintar de blanco la celda. Han pasado 27 años en los que Gabriel ha reivindicado constantemente la obra y ha denunciado la aberración artística perpetrada contra la Capilla Gitana.
El hijo del pintor visita la obra de su padre recuperada del blanqueamiento de paredes realizado en 1998
Gabriel Gómez tenía cinco años cuando visitó a su padre Helios Gómez, recluso en la cárcel Modelo de Barcelona. Era un sindicalista antifranquista, pintor, cartelista y poeta de etnia gitana al que la represión franquista encarceló varias veces. En 1948 fue recluido por pertenecer a una asociación declarada como ilegal. Estuvo encarcelado hasta 1954. “El día de la Mercé permitían que los familiares viniéramos a la prisión. Estuve en el patio de la Modelo con mi padre. En casa pasábamos mucha hambre y vi el rancho de garbanzos que les iban a dar pero no me dejo probar bocado”, recuerda Gómez. Es de los pocos recuerdos que conserva. Helios murió en 1956 con 51 años. En 1950, siendo recluso, el sacerdote de prisión, Bienvenido Lahoz, obligó a Helios a pintar en una celda —la número 1 del primer piso de la cuarta galería— una capilla para que los reclusos pudieran rezar antes de que les enviaran al pelotón de fusilamiento. “Sé que al principio se negó. Luego pintó una virgen gitana, los ángeles también y los personajes que aparecían en la obra eran otros reclusos”, instruye Gabriel. La obra de arte pasó a denominarse la Capilla Gitana y solo podían disfrutar los presos de la cuarta galería. En 1998, bajo el mandato convergente en la consejera de Justicia de Núria de Gispert, el director de la Modelo alegó “razones de higiene” y ordenó pintar de blanco la celda. Han pasado 27 años en los que Gabriel ha reivindicado constantemente la obra y ha denunciado la aberración artística perpetrada contra la Capilla Gitana.
Feed MRSS-S Noticias