El último pleno del curso político ha hecho aumentar el nivel de nerviosismo en el seno del Partido Socialista. La voluntad de Pedro Sánchez sigue siendo agotar la legislatura y convocar las elecciones cuando toca, en 2027. Pero los avisos de Junts y Podemos el pasado martes, haciendo perder la votación de un decreto al Gobierno y obligando a retirar dos leyes más por temor a perderlas, ha encendido las alarmas en la Moncloa, sede de la presidencia del Gobierno.Con el tornado provocado por el encarcelamiento de Santos Cerdán ya remitiendo, y a la espera de posibles nuevos informes que puedan generar otro terremoto político en el PSOE y entre los socialistas y sus socios, Sánchez quiere aprovechar este final de curso y las vacaciones de verano para saber si su voluntad de seguir hasta 2027 gobernando, es decir, con presupuestos y sacando leyes adelante, es viable o, por el contrario, se tiene que conformar con resistir. De ello dependerá el mensaje que mandará a sus cuadros, en León, a mediados de septiembre, en el marco de la conferencia política que prepara para rearmar su proyecto político. El objetivo de 2027, comentan fuentes cercanas al presidente, «sigue y seguirá intacto», como mínimo por ahora. La principal incógnita es si estos dos años serán de nuevos avances legislativos, como pretende Moncloa, o de puro barro político, desplegando una estrategia de ataque contra la oposición y sus socios, por impedir la gobernabilidad. A la espera –confían también– de «un viacrucis judicial» para el Partido Popular que el propio Sánchez vaticinó hace unas semanas en la tribuna del Congreso.Ante este desafío, el de desentrañar qué harán dos de sus principales socios, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha mandatado a su negociador jefe para las relaciones con Carles Puigdemont, José Luis Rodríguez Zapatero, de cara a intensificar los contactos con Junts y captar en cada momento la temperatura que marca el termómetro del partido independentista situado en Waterloo (Bélgica). La voluntad de Sánchez, explican esas mismas fuentes, es que Zapatero se desplace a Suiza «en los próximos días», aunque no llegan a concretar la fecha exacta. En Junts, pese a no negar un encuentro inminente, responden con su ya habitual canto a la «discreción». La idea, subrayan fuentes de ambas formaciones, es hablar antes del descanso vacacional, sin descartar hacerlo también justo antes del inicio del nuevo curso, cuando todos, en especial el presidente, puedan parar, analizar, pensar y reflexionar. Y esbozar conjuntamente el arranque del nuevo curso político.La aprobación de la reforma del acceso a la carrera judicial, bautizada también como ‘ley Bolaños’, junto con dar luz verde a unos Presupuestos Generales del Estado para el año que viene, tras dos años sin cuentas públicas, son las dos principales preocupaciones del PSOE en estos momentos. También hay en el cajón la reducción de la jornada laboral, que en este caso es una batalla personal de Yolanda Díaz, pero que en el orden de prioridades de Moncloa se encuentra en la tercera posición. Y las tres leyes son, a día de hoy, lo que más alejan a Junts del Gobierno. Cambiar su opinión es el principal cometido que tiene ahora mismo Zapatero.Este domingo, desde la localidad francesa de Prats de Molló, a trece kilómetros de la frontera española, Puigdemont celebró el quinto aniversario de Junts disparando contra la oposición, en concreto contra «los extremos que se retroalimentan» –en referencia a Podemos, Vox y Aliança Catalana–. Pese a realizar un discurso marcadamente político, el líder de Junts no hizo referencia alguna a la corrupción del PSOE, que mantiene desde hace casi un mes en prisión a Santos Cerdán, el hombre que negoció con él la investidura de Sánchez. Un gesto que en las filas del partido independentista se interpretó como un guiño para no molestar a sus socios parlamentarios, de cara a esta nueva cita veraniega en Suiza.En la misma población desde la que Francesc Macià intentó la invasión armada de Cataluña en 1926 para lograr la independencia, con el mismo poco éxito que Puigdemont en 2017, el líder de Junts advirtió al PSOE que no pueden dar sus votos por seguros.Sin relevo a Cerdán Por ahora, como ya ocurrió en la última reunión celebrada en Suiza, hace prácticamente un mes, serán José Luis Rodríguez Zapatero y el que fuera el adjunto de Santos Cerdán, Juanfran Serrano –ya presente anteriormente en las reuniones–, los que negocien en nombre del PSOE. Sánchez, por ahora, no ha transmitido a Junts ningún relevo a Cerdán al frente del equipo negociador público, ya que el verdadero líder de las negociaciones por parte del PSOE, dicen en el entorno de Puigdemont, «siempre ha sido Zapatero».La relación PSOE-Junts, en fechas clave 9 de noviembre de 2023 Firma del acuerdo de Bruselas Tras varias semanas de negociaciones, el 9 de noviembre el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, firmaron el Acuerdo de Bruselas. 30 de enero de 2024 Junts vota en contra de la ley de amnistía Los siete diputados de Junts per Catalunya dieron un primer aviso al PSOE votando en contra de la ley de amnistía que ellos mismos exigían, obligando a una segunda votación tras introducir cambios. 9 de diciembre de 2024 Puigdemont exige la cuestión de confianza En un Consejo Nacional de Junts, Carles Puigdemont exigió a Pedro Sánchez que se sometiera a una cuestión de confianza ante los «escasos avances» en los compromisos adquiridos con Junts. 24 de febrero de 2025 Junts retira la petición de la cuestión de confianza Casi tres meses después de registrar en el Congreso la solicitud de una cuestión de confianza a Sánchez, y tras la petición expresa del mediador internacional para dar recorrido a la negociación, Junts retiró su iniciativa.En Junts per Catalunya no descartan que el presidente Sánchez esté esperando «a ver si hay partido con nosotros o no» , es decir, si el acuerdo de Bruselas sigue teniendo vigencia o la relación está abocada a la ruptura, antes de proponer un nuevo nombre, como prometió, o dejar a Zapatero y Serrano como hasta ahora. Evitando así quemar un perfil nuevo. Para Junts, el expresidente del Ejecutivo es «un charlatán y un petulante» que «promete mucho y luego no cumple». En el partido independentista recuerdan que «la confianza está muy tocada», solo sustentada «por la petición del mediador de dar una oportunidad al diálogo» tras retirar la cuestión de confianza. El último pleno del curso político ha hecho aumentar el nivel de nerviosismo en el seno del Partido Socialista. La voluntad de Pedro Sánchez sigue siendo agotar la legislatura y convocar las elecciones cuando toca, en 2027. Pero los avisos de Junts y Podemos el pasado martes, haciendo perder la votación de un decreto al Gobierno y obligando a retirar dos leyes más por temor a perderlas, ha encendido las alarmas en la Moncloa, sede de la presidencia del Gobierno.Con el tornado provocado por el encarcelamiento de Santos Cerdán ya remitiendo, y a la espera de posibles nuevos informes que puedan generar otro terremoto político en el PSOE y entre los socialistas y sus socios, Sánchez quiere aprovechar este final de curso y las vacaciones de verano para saber si su voluntad de seguir hasta 2027 gobernando, es decir, con presupuestos y sacando leyes adelante, es viable o, por el contrario, se tiene que conformar con resistir. De ello dependerá el mensaje que mandará a sus cuadros, en León, a mediados de septiembre, en el marco de la conferencia política que prepara para rearmar su proyecto político. El objetivo de 2027, comentan fuentes cercanas al presidente, «sigue y seguirá intacto», como mínimo por ahora. La principal incógnita es si estos dos años serán de nuevos avances legislativos, como pretende Moncloa, o de puro barro político, desplegando una estrategia de ataque contra la oposición y sus socios, por impedir la gobernabilidad. A la espera –confían también– de «un viacrucis judicial» para el Partido Popular que el propio Sánchez vaticinó hace unas semanas en la tribuna del Congreso.Ante este desafío, el de desentrañar qué harán dos de sus principales socios, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha mandatado a su negociador jefe para las relaciones con Carles Puigdemont, José Luis Rodríguez Zapatero, de cara a intensificar los contactos con Junts y captar en cada momento la temperatura que marca el termómetro del partido independentista situado en Waterloo (Bélgica). La voluntad de Sánchez, explican esas mismas fuentes, es que Zapatero se desplace a Suiza «en los próximos días», aunque no llegan a concretar la fecha exacta. En Junts, pese a no negar un encuentro inminente, responden con su ya habitual canto a la «discreción». La idea, subrayan fuentes de ambas formaciones, es hablar antes del descanso vacacional, sin descartar hacerlo también justo antes del inicio del nuevo curso, cuando todos, en especial el presidente, puedan parar, analizar, pensar y reflexionar. Y esbozar conjuntamente el arranque del nuevo curso político.La aprobación de la reforma del acceso a la carrera judicial, bautizada también como ‘ley Bolaños’, junto con dar luz verde a unos Presupuestos Generales del Estado para el año que viene, tras dos años sin cuentas públicas, son las dos principales preocupaciones del PSOE en estos momentos. También hay en el cajón la reducción de la jornada laboral, que en este caso es una batalla personal de Yolanda Díaz, pero que en el orden de prioridades de Moncloa se encuentra en la tercera posición. Y las tres leyes son, a día de hoy, lo que más alejan a Junts del Gobierno. Cambiar su opinión es el principal cometido que tiene ahora mismo Zapatero.Este domingo, desde la localidad francesa de Prats de Molló, a trece kilómetros de la frontera española, Puigdemont celebró el quinto aniversario de Junts disparando contra la oposición, en concreto contra «los extremos que se retroalimentan» –en referencia a Podemos, Vox y Aliança Catalana–. Pese a realizar un discurso marcadamente político, el líder de Junts no hizo referencia alguna a la corrupción del PSOE, que mantiene desde hace casi un mes en prisión a Santos Cerdán, el hombre que negoció con él la investidura de Sánchez. Un gesto que en las filas del partido independentista se interpretó como un guiño para no molestar a sus socios parlamentarios, de cara a esta nueva cita veraniega en Suiza.En la misma población desde la que Francesc Macià intentó la invasión armada de Cataluña en 1926 para lograr la independencia, con el mismo poco éxito que Puigdemont en 2017, el líder de Junts advirtió al PSOE que no pueden dar sus votos por seguros.Sin relevo a Cerdán Por ahora, como ya ocurrió en la última reunión celebrada en Suiza, hace prácticamente un mes, serán José Luis Rodríguez Zapatero y el que fuera el adjunto de Santos Cerdán, Juanfran Serrano –ya presente anteriormente en las reuniones–, los que negocien en nombre del PSOE. Sánchez, por ahora, no ha transmitido a Junts ningún relevo a Cerdán al frente del equipo negociador público, ya que el verdadero líder de las negociaciones por parte del PSOE, dicen en el entorno de Puigdemont, «siempre ha sido Zapatero».La relación PSOE-Junts, en fechas clave 9 de noviembre de 2023 Firma del acuerdo de Bruselas Tras varias semanas de negociaciones, el 9 de noviembre el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, firmaron el Acuerdo de Bruselas. 30 de enero de 2024 Junts vota en contra de la ley de amnistía Los siete diputados de Junts per Catalunya dieron un primer aviso al PSOE votando en contra de la ley de amnistía que ellos mismos exigían, obligando a una segunda votación tras introducir cambios. 9 de diciembre de 2024 Puigdemont exige la cuestión de confianza En un Consejo Nacional de Junts, Carles Puigdemont exigió a Pedro Sánchez que se sometiera a una cuestión de confianza ante los «escasos avances» en los compromisos adquiridos con Junts. 24 de febrero de 2025 Junts retira la petición de la cuestión de confianza Casi tres meses después de registrar en el Congreso la solicitud de una cuestión de confianza a Sánchez, y tras la petición expresa del mediador internacional para dar recorrido a la negociación, Junts retiró su iniciativa.En Junts per Catalunya no descartan que el presidente Sánchez esté esperando «a ver si hay partido con nosotros o no» , es decir, si el acuerdo de Bruselas sigue teniendo vigencia o la relación está abocada a la ruptura, antes de proponer un nuevo nombre, como prometió, o dejar a Zapatero y Serrano como hasta ahora. Evitando así quemar un perfil nuevo. Para Junts, el expresidente del Ejecutivo es «un charlatán y un petulante» que «promete mucho y luego no cumple». En el partido independentista recuerdan que «la confianza está muy tocada», solo sustentada «por la petición del mediador de dar una oportunidad al diálogo» tras retirar la cuestión de confianza. El último pleno del curso político ha hecho aumentar el nivel de nerviosismo en el seno del Partido Socialista. La voluntad de Pedro Sánchez sigue siendo agotar la legislatura y convocar las elecciones cuando toca, en 2027. Pero los avisos de Junts y Podemos el pasado martes, haciendo perder la votación de un decreto al Gobierno y obligando a retirar dos leyes más por temor a perderlas, ha encendido las alarmas en la Moncloa, sede de la presidencia del Gobierno.Con el tornado provocado por el encarcelamiento de Santos Cerdán ya remitiendo, y a la espera de posibles nuevos informes que puedan generar otro terremoto político en el PSOE y entre los socialistas y sus socios, Sánchez quiere aprovechar este final de curso y las vacaciones de verano para saber si su voluntad de seguir hasta 2027 gobernando, es decir, con presupuestos y sacando leyes adelante, es viable o, por el contrario, se tiene que conformar con resistir. De ello dependerá el mensaje que mandará a sus cuadros, en León, a mediados de septiembre, en el marco de la conferencia política que prepara para rearmar su proyecto político. El objetivo de 2027, comentan fuentes cercanas al presidente, «sigue y seguirá intacto», como mínimo por ahora. La principal incógnita es si estos dos años serán de nuevos avances legislativos, como pretende Moncloa, o de puro barro político, desplegando una estrategia de ataque contra la oposición y sus socios, por impedir la gobernabilidad. A la espera –confían también– de «un viacrucis judicial» para el Partido Popular que el propio Sánchez vaticinó hace unas semanas en la tribuna del Congreso.Ante este desafío, el de desentrañar qué harán dos de sus principales socios, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha mandatado a su negociador jefe para las relaciones con Carles Puigdemont, José Luis Rodríguez Zapatero, de cara a intensificar los contactos con Junts y captar en cada momento la temperatura que marca el termómetro del partido independentista situado en Waterloo (Bélgica). La voluntad de Sánchez, explican esas mismas fuentes, es que Zapatero se desplace a Suiza «en los próximos días», aunque no llegan a concretar la fecha exacta. En Junts, pese a no negar un encuentro inminente, responden con su ya habitual canto a la «discreción». La idea, subrayan fuentes de ambas formaciones, es hablar antes del descanso vacacional, sin descartar hacerlo también justo antes del inicio del nuevo curso, cuando todos, en especial el presidente, puedan parar, analizar, pensar y reflexionar. Y esbozar conjuntamente el arranque del nuevo curso político.La aprobación de la reforma del acceso a la carrera judicial, bautizada también como ‘ley Bolaños’, junto con dar luz verde a unos Presupuestos Generales del Estado para el año que viene, tras dos años sin cuentas públicas, son las dos principales preocupaciones del PSOE en estos momentos. También hay en el cajón la reducción de la jornada laboral, que en este caso es una batalla personal de Yolanda Díaz, pero que en el orden de prioridades de Moncloa se encuentra en la tercera posición. Y las tres leyes son, a día de hoy, lo que más alejan a Junts del Gobierno. Cambiar su opinión es el principal cometido que tiene ahora mismo Zapatero.Este domingo, desde la localidad francesa de Prats de Molló, a trece kilómetros de la frontera española, Puigdemont celebró el quinto aniversario de Junts disparando contra la oposición, en concreto contra «los extremos que se retroalimentan» –en referencia a Podemos, Vox y Aliança Catalana–. Pese a realizar un discurso marcadamente político, el líder de Junts no hizo referencia alguna a la corrupción del PSOE, que mantiene desde hace casi un mes en prisión a Santos Cerdán, el hombre que negoció con él la investidura de Sánchez. Un gesto que en las filas del partido independentista se interpretó como un guiño para no molestar a sus socios parlamentarios, de cara a esta nueva cita veraniega en Suiza.En la misma población desde la que Francesc Macià intentó la invasión armada de Cataluña en 1926 para lograr la independencia, con el mismo poco éxito que Puigdemont en 2017, el líder de Junts advirtió al PSOE que no pueden dar sus votos por seguros.Sin relevo a Cerdán Por ahora, como ya ocurrió en la última reunión celebrada en Suiza, hace prácticamente un mes, serán José Luis Rodríguez Zapatero y el que fuera el adjunto de Santos Cerdán, Juanfran Serrano –ya presente anteriormente en las reuniones–, los que negocien en nombre del PSOE. Sánchez, por ahora, no ha transmitido a Junts ningún relevo a Cerdán al frente del equipo negociador público, ya que el verdadero líder de las negociaciones por parte del PSOE, dicen en el entorno de Puigdemont, «siempre ha sido Zapatero».La relación PSOE-Junts, en fechas clave 9 de noviembre de 2023 Firma del acuerdo de Bruselas Tras varias semanas de negociaciones, el 9 de noviembre el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, firmaron el Acuerdo de Bruselas. 30 de enero de 2024 Junts vota en contra de la ley de amnistía Los siete diputados de Junts per Catalunya dieron un primer aviso al PSOE votando en contra de la ley de amnistía que ellos mismos exigían, obligando a una segunda votación tras introducir cambios. 9 de diciembre de 2024 Puigdemont exige la cuestión de confianza En un Consejo Nacional de Junts, Carles Puigdemont exigió a Pedro Sánchez que se sometiera a una cuestión de confianza ante los «escasos avances» en los compromisos adquiridos con Junts. 24 de febrero de 2025 Junts retira la petición de la cuestión de confianza Casi tres meses después de registrar en el Congreso la solicitud de una cuestión de confianza a Sánchez, y tras la petición expresa del mediador internacional para dar recorrido a la negociación, Junts retiró su iniciativa.En Junts per Catalunya no descartan que el presidente Sánchez esté esperando «a ver si hay partido con nosotros o no» , es decir, si el acuerdo de Bruselas sigue teniendo vigencia o la relación está abocada a la ruptura, antes de proponer un nuevo nombre, como prometió, o dejar a Zapatero y Serrano como hasta ahora. Evitando así quemar un perfil nuevo. Para Junts, el expresidente del Ejecutivo es «un charlatán y un petulante» que «promete mucho y luego no cumple». En el partido independentista recuerdan que «la confianza está muy tocada», solo sustentada «por la petición del mediador de dar una oportunidad al diálogo» tras retirar la cuestión de confianza. RSS de noticias de espana
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