Una quincena de países europeos miembros de la OTAN han decidido comprar los cazabombarderos norteamericanos de quinta generación F-35 . Otros países como Turquía están intentando que Estados Unidos se los venda. En realidad, la decisión de adquirir este aparato en las actuales circunstancias se ha considerado como la única opción posible para garantizar una superioridad táctica en el aire para muchos países europeos, sobre todo porque no existe una alternativa europea disponible a corto plazo para compensar la amenaza rusa, y para lograr a la vez la buscada interoperabilidad para el uso de sus municiones y misiles. Nadie en la UE rechazaría una alternativa propia si la hubiera. Sin embargo, ese pragmatismo avanza en dirección opuesta al Gobierno español.El Ministerio de Defensa confirmó este miércoles a este diario la información publicada por ‘El País’ , según la cual el Gobierno habría optado por «frenar» la compra de estos aviones de combate estadounidenses y priorizar el Eurofighter , informa Carlos Mullor . Algo extraño dado que España, al contrario que la mayoría de los países de su entorno, no ha entrado a negociar la adquisición de esas aeronaves en ningún momento, a pesar de que en la Armada, como ha podido saber ABC, los recibirían como agua de mayo.Con su decisión de descartar los planes de comprar la versión embarcada de este avión, España se ha despegado de una corriente prácticamente generalizada en Europa de la que solo se han separado países como Francia o Suecia, que tienen su propia industria de aviación militar, y situará al Ejército del Aire y del Espacio en un escalón por debajo de países mucho más pequeños. «No hay alternativas a un avión de despegue vertical en Europa. Por eso todo el mundo está yendo al F-35», dicen desde la Armada a ABC.Noticia Relacionada estandar No Defensa descarta comprar cazas F-35 de EE.UU. y apuesta por alternativas europeas como el EurofighterDe los cuatro grandes países de la UE, todos menos Francia han decidido adquirir F-35, incluso Alemania, que está comprometida en el Eurofighter, que es el tope de la gama de la aviación militar europea, junto a España y el Reino Unido. Holanda y Bélgica, que han entregado sus veteranos F-15 a la aviación ucraniana, han optado por comprar el mismo avión para mantener la política de integración e interoperatividad de sus fuerzas armadas, una práctica que les permite ahorrar en gastos comunes. Los dos países, mucho más pequeños que España, pasarán a tener una aviación con capacidad furtiva que España no tiene. Igual sucede con Dinamarca, Grecia, Polonia e incluso Noruega, que como República Checa y Rumanía han optado por este modelo de avión. Hasta Portugal lo está considerando.Algunos observadores han llamado la atención por el hecho de que un país como Alemania rechazó comprar el F-35 en 2022 porque prefería invertir en el proyecto del FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate) junto a Francia y España, pero la invasión rusa le hizo cambiar de opinión. Desde Defensa siguen defendiendo el FCAS como su «apuesta». Igual sucede con Austria, que es un país neutral (no participa en la OTAN) y pequeño y que dudaba sobre si necesitaba gastar tanto dinero, pero ante la amenaza de Putin ha vuelto a poner el asunto sobre la mesa. Incluso Canadá, que tiene ahora mismo relaciones más que tormentosas con el presidente norteamericano Donald Trump , ha comprado sus F-35 como la mejor opción en tiempos en los que existe una amenaza cierta. «Es una incongruencia no querer comprarle a Trump unos aviones que todo el mundo le está comprando en Europa y, sin embargo, querer darle trabajo a Navantia porque si no, se te van a sublevar todos los astilleros», comentan fuentes de la Armada, que añaden: «La Armada siempre ha querido el F-35 porque es la única alternativa. Lo coherente es no dar bandazos porque, entre otras cosas, Navantia tiene los contratos de las fragatas con Estados Unidos gracias al Aegis, que es un radar estadounidense con el que hemos podido vender fragatas a Australia».Noticia Relacionada estandar No Las diferencias entre el F-35 y el Eurofighter: un caza multipropósito europeo contra una máquina de guerra estadounidense España decide descartar la compra del modelo de EE.UU. y apostar por el europeo, pero sus diferencias van más allá de los variables políticas y económicasRusia cuenta ya con un aparato de quinta generación, el Sujoy SU-57, que tiene características furtivas algo inferiores a la estrella de la aviación estadounidense, pero que lo supera en ciertos aspectos, como es su velocidad máxima. Aunque para los expertos el proyecto aún está en proceso de perfeccionamiento porque no hay muchas unidades fabricadas, puede representar una amenaza evidente para el flanco europeo de la OTAN.Defensa mantiene su «apuesta» por los Eurofighter, de menor tecnología, y por el proyecto FCASEl proyecto FCAS lo constituyen empresas de tres países, Airbus, Thales Group, Indra y Dassault, cuyas relaciones no están exentas de tensiones para determinar qué país lleva la voz cantante. Las tensiones entre Francia y Alemania han estado a punto de echar por tierra el proyecto en varias ocasiones, lo que ha sumado ya varios retrasos. La última fecha prevista para un primer vuelo de este avión es 2029, lo que significa que no entrarían en servicio hasta 2040, cuando los Eurofighter estarán ya en el último tramo de su vida operativa.El problema para muchas aviaciones del mundo también puede llegar a ser el desarrollo de la aviación china, que ya está más cerca que Europa de igualar las capacidades furtivas del F-35. El mes pasado se produjo un enfrentamiento entre la India y Pakistán en el que participaron los modernos J-10 chinos (en la aviación paquistaní) contra los Rafale franceses que usa la India. Al menos un Rafale francés fue derribado, algo que no había sucedido antes en combate. Los expertos están divididos a la hora de determinar si lo que más influyó en este desenlace fue el buen comportamiento del J-10 o las extraordinarias capacidades del misil aire-aire chino PL-15 que puede seguir un blanco aéreo no furtivo y alcanzarlo desde más de 200 kilómetros de distancia.Naturalmente, la compra de aviones chinos en un país de la OTAN como España sería una opción impensable que lo expulsaría de otras cadenas de adquisiciones. Turquía, en su caso, no puede comprar el F-35 porque en 2019 optó por adquirir misiles antiaéreos rusos S-400 (como consecuencia de que Alemania no daba su autorización para que usasen los sistemas norteamericanos Patriot) y por ello existía un riesgo altísimo de que Rusia adquiriese información esencial sobre las características furtivas de ese avión.En el caso español, el F-35 es la única alternativa disponible para reemplazar a los Harrier embarcados en el Juan Carlos I. No existe ningún otro avión capaz de operar en ese tipo de buque, que es un modelo que se ha exportado con gran éxito a otros países. Australia tiene dos unidades basadas en el diseño del Juan Carlos I, el HMAS Camberra y el HMAS Adelaida, que podrían operar el F-35 a bordo, aunque por ahora no se han hecho las modificaciones necesarias.Alemania rectificó su posición inicial de no adquirir los F-35 en 2022, después de la invasión rusa de Ucrania«Es una incongruencia hacer otro barco de cubierta corrida, como es el Juan Carlos I, que fundamentalmente es un barco anfibio que lleva aviones para proteger un desembarco. Nosotros básicamente dejamos de tener portaaviones cuando dejamos de tener el Príncipe de Asturias. Los aviones estos, el F-35, se hacen fundamentalmente para la defensa aérea y el apoyo a operaciones anfibias. Construir otro barco es absurdo si no tienes con qué dotarlo después», sentencian en la Armada.Sin la versión del F-35, que se necesita para reemplazar los Harrier, la aviación española va a seguir dependiendo de los Eurofighter, que tienen aún ante sí una larga vida útil, probablemente más allá de 2050, pero no está claro que puedan superarla. Una quincena de países europeos miembros de la OTAN han decidido comprar los cazabombarderos norteamericanos de quinta generación F-35 . Otros países como Turquía están intentando que Estados Unidos se los venda. En realidad, la decisión de adquirir este aparato en las actuales circunstancias se ha considerado como la única opción posible para garantizar una superioridad táctica en el aire para muchos países europeos, sobre todo porque no existe una alternativa europea disponible a corto plazo para compensar la amenaza rusa, y para lograr a la vez la buscada interoperabilidad para el uso de sus municiones y misiles. Nadie en la UE rechazaría una alternativa propia si la hubiera. Sin embargo, ese pragmatismo avanza en dirección opuesta al Gobierno español.El Ministerio de Defensa confirmó este miércoles a este diario la información publicada por ‘El País’ , según la cual el Gobierno habría optado por «frenar» la compra de estos aviones de combate estadounidenses y priorizar el Eurofighter , informa Carlos Mullor . Algo extraño dado que España, al contrario que la mayoría de los países de su entorno, no ha entrado a negociar la adquisición de esas aeronaves en ningún momento, a pesar de que en la Armada, como ha podido saber ABC, los recibirían como agua de mayo.Con su decisión de descartar los planes de comprar la versión embarcada de este avión, España se ha despegado de una corriente prácticamente generalizada en Europa de la que solo se han separado países como Francia o Suecia, que tienen su propia industria de aviación militar, y situará al Ejército del Aire y del Espacio en un escalón por debajo de países mucho más pequeños. «No hay alternativas a un avión de despegue vertical en Europa. Por eso todo el mundo está yendo al F-35», dicen desde la Armada a ABC.Noticia Relacionada estandar No Defensa descarta comprar cazas F-35 de EE.UU. y apuesta por alternativas europeas como el EurofighterDe los cuatro grandes países de la UE, todos menos Francia han decidido adquirir F-35, incluso Alemania, que está comprometida en el Eurofighter, que es el tope de la gama de la aviación militar europea, junto a España y el Reino Unido. Holanda y Bélgica, que han entregado sus veteranos F-15 a la aviación ucraniana, han optado por comprar el mismo avión para mantener la política de integración e interoperatividad de sus fuerzas armadas, una práctica que les permite ahorrar en gastos comunes. Los dos países, mucho más pequeños que España, pasarán a tener una aviación con capacidad furtiva que España no tiene. Igual sucede con Dinamarca, Grecia, Polonia e incluso Noruega, que como República Checa y Rumanía han optado por este modelo de avión. Hasta Portugal lo está considerando.Algunos observadores han llamado la atención por el hecho de que un país como Alemania rechazó comprar el F-35 en 2022 porque prefería invertir en el proyecto del FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate) junto a Francia y España, pero la invasión rusa le hizo cambiar de opinión. Desde Defensa siguen defendiendo el FCAS como su «apuesta». Igual sucede con Austria, que es un país neutral (no participa en la OTAN) y pequeño y que dudaba sobre si necesitaba gastar tanto dinero, pero ante la amenaza de Putin ha vuelto a poner el asunto sobre la mesa. Incluso Canadá, que tiene ahora mismo relaciones más que tormentosas con el presidente norteamericano Donald Trump , ha comprado sus F-35 como la mejor opción en tiempos en los que existe una amenaza cierta. «Es una incongruencia no querer comprarle a Trump unos aviones que todo el mundo le está comprando en Europa y, sin embargo, querer darle trabajo a Navantia porque si no, se te van a sublevar todos los astilleros», comentan fuentes de la Armada, que añaden: «La Armada siempre ha querido el F-35 porque es la única alternativa. Lo coherente es no dar bandazos porque, entre otras cosas, Navantia tiene los contratos de las fragatas con Estados Unidos gracias al Aegis, que es un radar estadounidense con el que hemos podido vender fragatas a Australia».Noticia Relacionada estandar No Las diferencias entre el F-35 y el Eurofighter: un caza multipropósito europeo contra una máquina de guerra estadounidense España decide descartar la compra del modelo de EE.UU. y apostar por el europeo, pero sus diferencias van más allá de los variables políticas y económicasRusia cuenta ya con un aparato de quinta generación, el Sujoy SU-57, que tiene características furtivas algo inferiores a la estrella de la aviación estadounidense, pero que lo supera en ciertos aspectos, como es su velocidad máxima. Aunque para los expertos el proyecto aún está en proceso de perfeccionamiento porque no hay muchas unidades fabricadas, puede representar una amenaza evidente para el flanco europeo de la OTAN.Defensa mantiene su «apuesta» por los Eurofighter, de menor tecnología, y por el proyecto FCASEl proyecto FCAS lo constituyen empresas de tres países, Airbus, Thales Group, Indra y Dassault, cuyas relaciones no están exentas de tensiones para determinar qué país lleva la voz cantante. Las tensiones entre Francia y Alemania han estado a punto de echar por tierra el proyecto en varias ocasiones, lo que ha sumado ya varios retrasos. La última fecha prevista para un primer vuelo de este avión es 2029, lo que significa que no entrarían en servicio hasta 2040, cuando los Eurofighter estarán ya en el último tramo de su vida operativa.El problema para muchas aviaciones del mundo también puede llegar a ser el desarrollo de la aviación china, que ya está más cerca que Europa de igualar las capacidades furtivas del F-35. El mes pasado se produjo un enfrentamiento entre la India y Pakistán en el que participaron los modernos J-10 chinos (en la aviación paquistaní) contra los Rafale franceses que usa la India. Al menos un Rafale francés fue derribado, algo que no había sucedido antes en combate. Los expertos están divididos a la hora de determinar si lo que más influyó en este desenlace fue el buen comportamiento del J-10 o las extraordinarias capacidades del misil aire-aire chino PL-15 que puede seguir un blanco aéreo no furtivo y alcanzarlo desde más de 200 kilómetros de distancia.Naturalmente, la compra de aviones chinos en un país de la OTAN como España sería una opción impensable que lo expulsaría de otras cadenas de adquisiciones. Turquía, en su caso, no puede comprar el F-35 porque en 2019 optó por adquirir misiles antiaéreos rusos S-400 (como consecuencia de que Alemania no daba su autorización para que usasen los sistemas norteamericanos Patriot) y por ello existía un riesgo altísimo de que Rusia adquiriese información esencial sobre las características furtivas de ese avión.En el caso español, el F-35 es la única alternativa disponible para reemplazar a los Harrier embarcados en el Juan Carlos I. No existe ningún otro avión capaz de operar en ese tipo de buque, que es un modelo que se ha exportado con gran éxito a otros países. Australia tiene dos unidades basadas en el diseño del Juan Carlos I, el HMAS Camberra y el HMAS Adelaida, que podrían operar el F-35 a bordo, aunque por ahora no se han hecho las modificaciones necesarias.Alemania rectificó su posición inicial de no adquirir los F-35 en 2022, después de la invasión rusa de Ucrania«Es una incongruencia hacer otro barco de cubierta corrida, como es el Juan Carlos I, que fundamentalmente es un barco anfibio que lleva aviones para proteger un desembarco. Nosotros básicamente dejamos de tener portaaviones cuando dejamos de tener el Príncipe de Asturias. Los aviones estos, el F-35, se hacen fundamentalmente para la defensa aérea y el apoyo a operaciones anfibias. Construir otro barco es absurdo si no tienes con qué dotarlo después», sentencian en la Armada.Sin la versión del F-35, que se necesita para reemplazar los Harrier, la aviación española va a seguir dependiendo de los Eurofighter, que tienen aún ante sí una larga vida útil, probablemente más allá de 2050, pero no está claro que puedan superarla. Una quincena de países europeos miembros de la OTAN han decidido comprar los cazabombarderos norteamericanos de quinta generación F-35 . Otros países como Turquía están intentando que Estados Unidos se los venda. En realidad, la decisión de adquirir este aparato en las actuales circunstancias se ha considerado como la única opción posible para garantizar una superioridad táctica en el aire para muchos países europeos, sobre todo porque no existe una alternativa europea disponible a corto plazo para compensar la amenaza rusa, y para lograr a la vez la buscada interoperabilidad para el uso de sus municiones y misiles. Nadie en la UE rechazaría una alternativa propia si la hubiera. Sin embargo, ese pragmatismo avanza en dirección opuesta al Gobierno español.El Ministerio de Defensa confirmó este miércoles a este diario la información publicada por ‘El País’ , según la cual el Gobierno habría optado por «frenar» la compra de estos aviones de combate estadounidenses y priorizar el Eurofighter , informa Carlos Mullor . Algo extraño dado que España, al contrario que la mayoría de los países de su entorno, no ha entrado a negociar la adquisición de esas aeronaves en ningún momento, a pesar de que en la Armada, como ha podido saber ABC, los recibirían como agua de mayo.Con su decisión de descartar los planes de comprar la versión embarcada de este avión, España se ha despegado de una corriente prácticamente generalizada en Europa de la que solo se han separado países como Francia o Suecia, que tienen su propia industria de aviación militar, y situará al Ejército del Aire y del Espacio en un escalón por debajo de países mucho más pequeños. «No hay alternativas a un avión de despegue vertical en Europa. Por eso todo el mundo está yendo al F-35», dicen desde la Armada a ABC.Noticia Relacionada estandar No Defensa descarta comprar cazas F-35 de EE.UU. y apuesta por alternativas europeas como el EurofighterDe los cuatro grandes países de la UE, todos menos Francia han decidido adquirir F-35, incluso Alemania, que está comprometida en el Eurofighter, que es el tope de la gama de la aviación militar europea, junto a España y el Reino Unido. Holanda y Bélgica, que han entregado sus veteranos F-15 a la aviación ucraniana, han optado por comprar el mismo avión para mantener la política de integración e interoperatividad de sus fuerzas armadas, una práctica que les permite ahorrar en gastos comunes. Los dos países, mucho más pequeños que España, pasarán a tener una aviación con capacidad furtiva que España no tiene. Igual sucede con Dinamarca, Grecia, Polonia e incluso Noruega, que como República Checa y Rumanía han optado por este modelo de avión. Hasta Portugal lo está considerando.Algunos observadores han llamado la atención por el hecho de que un país como Alemania rechazó comprar el F-35 en 2022 porque prefería invertir en el proyecto del FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate) junto a Francia y España, pero la invasión rusa le hizo cambiar de opinión. Desde Defensa siguen defendiendo el FCAS como su «apuesta». Igual sucede con Austria, que es un país neutral (no participa en la OTAN) y pequeño y que dudaba sobre si necesitaba gastar tanto dinero, pero ante la amenaza de Putin ha vuelto a poner el asunto sobre la mesa. Incluso Canadá, que tiene ahora mismo relaciones más que tormentosas con el presidente norteamericano Donald Trump , ha comprado sus F-35 como la mejor opción en tiempos en los que existe una amenaza cierta. «Es una incongruencia no querer comprarle a Trump unos aviones que todo el mundo le está comprando en Europa y, sin embargo, querer darle trabajo a Navantia porque si no, se te van a sublevar todos los astilleros», comentan fuentes de la Armada, que añaden: «La Armada siempre ha querido el F-35 porque es la única alternativa. Lo coherente es no dar bandazos porque, entre otras cosas, Navantia tiene los contratos de las fragatas con Estados Unidos gracias al Aegis, que es un radar estadounidense con el que hemos podido vender fragatas a Australia».Noticia Relacionada estandar No Las diferencias entre el F-35 y el Eurofighter: un caza multipropósito europeo contra una máquina de guerra estadounidense España decide descartar la compra del modelo de EE.UU. y apostar por el europeo, pero sus diferencias van más allá de los variables políticas y económicasRusia cuenta ya con un aparato de quinta generación, el Sujoy SU-57, que tiene características furtivas algo inferiores a la estrella de la aviación estadounidense, pero que lo supera en ciertos aspectos, como es su velocidad máxima. Aunque para los expertos el proyecto aún está en proceso de perfeccionamiento porque no hay muchas unidades fabricadas, puede representar una amenaza evidente para el flanco europeo de la OTAN.Defensa mantiene su «apuesta» por los Eurofighter, de menor tecnología, y por el proyecto FCASEl proyecto FCAS lo constituyen empresas de tres países, Airbus, Thales Group, Indra y Dassault, cuyas relaciones no están exentas de tensiones para determinar qué país lleva la voz cantante. Las tensiones entre Francia y Alemania han estado a punto de echar por tierra el proyecto en varias ocasiones, lo que ha sumado ya varios retrasos. La última fecha prevista para un primer vuelo de este avión es 2029, lo que significa que no entrarían en servicio hasta 2040, cuando los Eurofighter estarán ya en el último tramo de su vida operativa.El problema para muchas aviaciones del mundo también puede llegar a ser el desarrollo de la aviación china, que ya está más cerca que Europa de igualar las capacidades furtivas del F-35. El mes pasado se produjo un enfrentamiento entre la India y Pakistán en el que participaron los modernos J-10 chinos (en la aviación paquistaní) contra los Rafale franceses que usa la India. Al menos un Rafale francés fue derribado, algo que no había sucedido antes en combate. Los expertos están divididos a la hora de determinar si lo que más influyó en este desenlace fue el buen comportamiento del J-10 o las extraordinarias capacidades del misil aire-aire chino PL-15 que puede seguir un blanco aéreo no furtivo y alcanzarlo desde más de 200 kilómetros de distancia.Naturalmente, la compra de aviones chinos en un país de la OTAN como España sería una opción impensable que lo expulsaría de otras cadenas de adquisiciones. Turquía, en su caso, no puede comprar el F-35 porque en 2019 optó por adquirir misiles antiaéreos rusos S-400 (como consecuencia de que Alemania no daba su autorización para que usasen los sistemas norteamericanos Patriot) y por ello existía un riesgo altísimo de que Rusia adquiriese información esencial sobre las características furtivas de ese avión.En el caso español, el F-35 es la única alternativa disponible para reemplazar a los Harrier embarcados en el Juan Carlos I. No existe ningún otro avión capaz de operar en ese tipo de buque, que es un modelo que se ha exportado con gran éxito a otros países. Australia tiene dos unidades basadas en el diseño del Juan Carlos I, el HMAS Camberra y el HMAS Adelaida, que podrían operar el F-35 a bordo, aunque por ahora no se han hecho las modificaciones necesarias.Alemania rectificó su posición inicial de no adquirir los F-35 en 2022, después de la invasión rusa de Ucrania«Es una incongruencia hacer otro barco de cubierta corrida, como es el Juan Carlos I, que fundamentalmente es un barco anfibio que lleva aviones para proteger un desembarco. Nosotros básicamente dejamos de tener portaaviones cuando dejamos de tener el Príncipe de Asturias. Los aviones estos, el F-35, se hacen fundamentalmente para la defensa aérea y el apoyo a operaciones anfibias. Construir otro barco es absurdo si no tienes con qué dotarlo después», sentencian en la Armada.Sin la versión del F-35, que se necesita para reemplazar los Harrier, la aviación española va a seguir dependiendo de los Eurofighter, que tienen aún ante sí una larga vida útil, probablemente más allá de 2050, pero no está claro que puedan superarla. RSS de noticias de espana
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