<p class=»ue-c-article__paragraph»>En las primarias de 2014,<strong> Eduardo Madina</strong> tuvo sobre su mesa un dosier con toda la información de los negocios de <strong>Sabiniano Gómez</strong>, el suegro de <strong>Pedro Sánchez</strong>. En la carpeta aparecían las empresas presuntamente vinculadas a prostitución femenina y masculina, se detallaba el dinero con que había ayudado a la compra de la casa de Mojácar para su hija <strong>Begoña </strong>y su yerno, y se ponía bajo la lupa la compra de unos pisos en Pozuelo de Alarcón. Etcétera. Madina ordenó no usar esa información y se deshizo de los documentos. Le parecía jugar sucio. <strong>Susana Díaz </strong>tuvo igualmente en su poder todos esos datos y tampoco consideró usarlos en las primarias de 2017.</p>
El turbio debate del negocio del suegro del presidente del Gobierno espanta al PSOE, pero también activa las alarmas: «Es un problema de credibilidad»
<p class=»ue-c-article__paragraph»>En las primarias de 2014,<strong> Eduardo Madina</strong> tuvo sobre su mesa un dosier con toda la información de los negocios de <strong>Sabiniano Gómez</strong>, el suegro de <strong>Pedro Sánchez</strong>. En la carpeta aparecían las empresas presuntamente vinculadas a prostitución femenina y masculina, se detallaba el dinero con que había ayudado a la compra de la casa de Mojácar para su hija <strong>Begoña </strong>y su yerno, y se ponía bajo la lupa la compra de unos pisos en Pozuelo de Alarcón. Etcétera. Madina ordenó no usar esa información y se deshizo de los documentos. Le parecía jugar sucio. <strong>Susana Díaz </strong>tuvo igualmente en su poder todos esos datos y tampoco consideró usarlos en las primarias de 2017.</p>
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