Un expresidente de Francia con un brazalete electrónico durante un año. Nicolas Sarkozy se ha convertido este miércoles en el primer exjefe del Estado galo en tener que cumplir un castigo judicial de este tipo. Los abogados del mandatario conservador, que llevó las riendas del país vecino entre 2007 y 2012, agotaron todos sus recursos para evitar una condena por el caso de las escuchas judiciales. Los jueces ya lo habían condenado en primera instancia (en 2021) y en segunda (2023). La Corte de Casación —equivalente galo del Tribunal Supremo— rechazó el último de ellos y confirmó que debe aplicarse definitivamente la pena de tres años de prisión (dos de ellos condicionales) para Sarkozy. Como ya habían pedido los magistrados en los primeros pasos del proceso judicial, el expresidente, de 69 años, no será encarcelado y deberá cumplir su castigo llevando un brazalete electrónico durante al menos un año. Sarkozy tendrá que acudir ante un juez de ejecución de penas para que le ponga ese mecanismo de control que sirve como alternativa a la prisión. Ese letrado fijará las condiciones que deberá respetar. Normalmente, una pena con un localizador comporta en Francia una limitación en la movilidad y que el condenado tenga que estar en su domicilio durante unas horas determinadas. Noticias relacionadas estandar Si La exprimera dama francesa Carla Bruni, imputada por soborno a un testigo en un caso contra Sarkozy Beatriz Juez estandar Si La Justicia francesa imputa a Sarkozy por la compra de un testigo que declaró contra él Beatriz Juez estandar No Sarkozy acusa a los jueces de entrar en el «combate político» tras su condena por corrupción Beatriz JuezPatrice Sipnosi, uno de los abogados Sarkozy, ha indicado que el dirigente «acepta evidentemente la sanción pronunciada». No obstante, ha anunciado que recurrirán esta decisión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos «para lograr la garantía en sus derechos que le denegaron los jueces franceses». Este nuevo recurso no evitará que le pongan el brazalete en las próximas semanas.Sarkozy denuncia «un acoso judicial»Después de que la Corte de Casación rechazara su último recurso, Sarkozy ha reaccionado denunciando «un acoso judicial» y dijo que se trata una «profunda injusticia». Además, ha expresado su voluntad de que la justicia europea «pueda condenar a Francia». Desde la revelación en 2014 de este escándalo, el expresidente ha denunciado de manera recurrente los métodos de los magistrados de instrucción galos. Estos pincharon su teléfono tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2012, puesto que estaba implicado en varios escándalos de corrupción. Este affaire de las escuchas judiciales también fue bautizado en la prensa gala como el de Paul Bismuth, en referencia al seudónimo que utilizaba Sarkozy cuando llamaba a su abogado ya que sabía que lo espiaban.A pesar de sus nombres en los medios de comunicación, se trata de un caso de corrupción y tráfico de influencias. Junto con su histórico abogado Thierry Herzog, Sarkozy corrompió hace diez años al juez Gilbert Azibert. A cambio de que le consiguieran un puesto que anhelaba en Mónaco, ese magistrado les pasó información confidencial sobre otra investigación que afectaba entonces al expresidente. Pero los jueces de instrucción descubrieron rápidamente esa trama al tener pinchado el teléfono del mandatario. Tanto el exjefe del Estado como el letrado y el juez fueron condenados a una pena parecida. En el caso del antaño líder de la derecha incluye una inhabilitación durante tres años. Además de esta condena definitiva, Sarkozy puede sufrir otra decisión parecida el año que viene. La Corte de Casación deberá pronunciarse sobre los recursos presentados por sus abogados por el caso Bygmalion. En febrero de este año, el Tribunal de París ya lo condenó en segunda instancia a una pena de un año de prisión (con seis meses condicionales) por esta trama de financiación ilegal de su campaña presidencial en 2012. Además, el antaño líder de Los Republicanos (LR) se enfrentará en pocas semanas al aparentemente más grave de todos sus casos de corrupción: la presunta financiación de su campaña presidencial de 2007 por la dictadura libia de Muamar el Gadafi. El 6 de enero empezará el juicio por esa compleja y turbia trama. Un expresidente de Francia con un brazalete electrónico durante un año. Nicolas Sarkozy se ha convertido este miércoles en el primer exjefe del Estado galo en tener que cumplir un castigo judicial de este tipo. Los abogados del mandatario conservador, que llevó las riendas del país vecino entre 2007 y 2012, agotaron todos sus recursos para evitar una condena por el caso de las escuchas judiciales. Los jueces ya lo habían condenado en primera instancia (en 2021) y en segunda (2023). La Corte de Casación —equivalente galo del Tribunal Supremo— rechazó el último de ellos y confirmó que debe aplicarse definitivamente la pena de tres años de prisión (dos de ellos condicionales) para Sarkozy. Como ya habían pedido los magistrados en los primeros pasos del proceso judicial, el expresidente, de 69 años, no será encarcelado y deberá cumplir su castigo llevando un brazalete electrónico durante al menos un año. Sarkozy tendrá que acudir ante un juez de ejecución de penas para que le ponga ese mecanismo de control que sirve como alternativa a la prisión. Ese letrado fijará las condiciones que deberá respetar. Normalmente, una pena con un localizador comporta en Francia una limitación en la movilidad y que el condenado tenga que estar en su domicilio durante unas horas determinadas. Noticias relacionadas estandar Si La exprimera dama francesa Carla Bruni, imputada por soborno a un testigo en un caso contra Sarkozy Beatriz Juez estandar Si La Justicia francesa imputa a Sarkozy por la compra de un testigo que declaró contra él Beatriz Juez estandar No Sarkozy acusa a los jueces de entrar en el «combate político» tras su condena por corrupción Beatriz JuezPatrice Sipnosi, uno de los abogados Sarkozy, ha indicado que el dirigente «acepta evidentemente la sanción pronunciada». No obstante, ha anunciado que recurrirán esta decisión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos «para lograr la garantía en sus derechos que le denegaron los jueces franceses». Este nuevo recurso no evitará que le pongan el brazalete en las próximas semanas.Sarkozy denuncia «un acoso judicial»Después de que la Corte de Casación rechazara su último recurso, Sarkozy ha reaccionado denunciando «un acoso judicial» y dijo que se trata una «profunda injusticia». Además, ha expresado su voluntad de que la justicia europea «pueda condenar a Francia». Desde la revelación en 2014 de este escándalo, el expresidente ha denunciado de manera recurrente los métodos de los magistrados de instrucción galos. Estos pincharon su teléfono tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2012, puesto que estaba implicado en varios escándalos de corrupción. Este affaire de las escuchas judiciales también fue bautizado en la prensa gala como el de Paul Bismuth, en referencia al seudónimo que utilizaba Sarkozy cuando llamaba a su abogado ya que sabía que lo espiaban.A pesar de sus nombres en los medios de comunicación, se trata de un caso de corrupción y tráfico de influencias. Junto con su histórico abogado Thierry Herzog, Sarkozy corrompió hace diez años al juez Gilbert Azibert. A cambio de que le consiguieran un puesto que anhelaba en Mónaco, ese magistrado les pasó información confidencial sobre otra investigación que afectaba entonces al expresidente. Pero los jueces de instrucción descubrieron rápidamente esa trama al tener pinchado el teléfono del mandatario. Tanto el exjefe del Estado como el letrado y el juez fueron condenados a una pena parecida. En el caso del antaño líder de la derecha incluye una inhabilitación durante tres años. Además de esta condena definitiva, Sarkozy puede sufrir otra decisión parecida el año que viene. La Corte de Casación deberá pronunciarse sobre los recursos presentados por sus abogados por el caso Bygmalion. En febrero de este año, el Tribunal de París ya lo condenó en segunda instancia a una pena de un año de prisión (con seis meses condicionales) por esta trama de financiación ilegal de su campaña presidencial en 2012. Además, el antaño líder de Los Republicanos (LR) se enfrentará en pocas semanas al aparentemente más grave de todos sus casos de corrupción: la presunta financiación de su campaña presidencial de 2007 por la dictadura libia de Muamar el Gadafi. El 6 de enero empezará el juicio por esa compleja y turbia trama. Un expresidente de Francia con un brazalete electrónico durante un año. Nicolas Sarkozy se ha convertido este miércoles en el primer exjefe del Estado galo en tener que cumplir un castigo judicial de este tipo. Los abogados del mandatario conservador, que llevó las riendas del país vecino entre 2007 y 2012, agotaron todos sus recursos para evitar una condena por el caso de las escuchas judiciales. Los jueces ya lo habían condenado en primera instancia (en 2021) y en segunda (2023). La Corte de Casación —equivalente galo del Tribunal Supremo— rechazó el último de ellos y confirmó que debe aplicarse definitivamente la pena de tres años de prisión (dos de ellos condicionales) para Sarkozy. Como ya habían pedido los magistrados en los primeros pasos del proceso judicial, el expresidente, de 69 años, no será encarcelado y deberá cumplir su castigo llevando un brazalete electrónico durante al menos un año. Sarkozy tendrá que acudir ante un juez de ejecución de penas para que le ponga ese mecanismo de control que sirve como alternativa a la prisión. Ese letrado fijará las condiciones que deberá respetar. Normalmente, una pena con un localizador comporta en Francia una limitación en la movilidad y que el condenado tenga que estar en su domicilio durante unas horas determinadas. Noticias relacionadas estandar Si La exprimera dama francesa Carla Bruni, imputada por soborno a un testigo en un caso contra Sarkozy Beatriz Juez estandar Si La Justicia francesa imputa a Sarkozy por la compra de un testigo que declaró contra él Beatriz Juez estandar No Sarkozy acusa a los jueces de entrar en el «combate político» tras su condena por corrupción Beatriz JuezPatrice Sipnosi, uno de los abogados Sarkozy, ha indicado que el dirigente «acepta evidentemente la sanción pronunciada». No obstante, ha anunciado que recurrirán esta decisión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos «para lograr la garantía en sus derechos que le denegaron los jueces franceses». Este nuevo recurso no evitará que le pongan el brazalete en las próximas semanas.Sarkozy denuncia «un acoso judicial»Después de que la Corte de Casación rechazara su último recurso, Sarkozy ha reaccionado denunciando «un acoso judicial» y dijo que se trata una «profunda injusticia». Además, ha expresado su voluntad de que la justicia europea «pueda condenar a Francia». Desde la revelación en 2014 de este escándalo, el expresidente ha denunciado de manera recurrente los métodos de los magistrados de instrucción galos. Estos pincharon su teléfono tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2012, puesto que estaba implicado en varios escándalos de corrupción. Este affaire de las escuchas judiciales también fue bautizado en la prensa gala como el de Paul Bismuth, en referencia al seudónimo que utilizaba Sarkozy cuando llamaba a su abogado ya que sabía que lo espiaban.A pesar de sus nombres en los medios de comunicación, se trata de un caso de corrupción y tráfico de influencias. Junto con su histórico abogado Thierry Herzog, Sarkozy corrompió hace diez años al juez Gilbert Azibert. A cambio de que le consiguieran un puesto que anhelaba en Mónaco, ese magistrado les pasó información confidencial sobre otra investigación que afectaba entonces al expresidente. Pero los jueces de instrucción descubrieron rápidamente esa trama al tener pinchado el teléfono del mandatario. Tanto el exjefe del Estado como el letrado y el juez fueron condenados a una pena parecida. En el caso del antaño líder de la derecha incluye una inhabilitación durante tres años. Además de esta condena definitiva, Sarkozy puede sufrir otra decisión parecida el año que viene. La Corte de Casación deberá pronunciarse sobre los recursos presentados por sus abogados por el caso Bygmalion. En febrero de este año, el Tribunal de París ya lo condenó en segunda instancia a una pena de un año de prisión (con seis meses condicionales) por esta trama de financiación ilegal de su campaña presidencial en 2012. Además, el antaño líder de Los Republicanos (LR) se enfrentará en pocas semanas al aparentemente más grave de todos sus casos de corrupción: la presunta financiación de su campaña presidencial de 2007 por la dictadura libia de Muamar el Gadafi. El 6 de enero empezará el juicio por esa compleja y turbia trama. RSS de noticias de internacional
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