Pocas veces se ha visto un ganador tan claro como el de la quinta edición de la Copa Chenel. Y es que Sergio Rodríguez ha ido arrasando en todas sus participaciones, coincidiendo siempre con toreros con mucha proyección que no se lo han puesto fácil. Pero ahí estaba el abulense , que tomó la alternativa el año pasado, poniendo su nombre encima de la mesa para que le lleguen las oportunidades que ha demostrado merecer. Por lo pronto, confirmará en Las Ventas en la Feria de Otoño , en un cartel de expectación. « Siento un orgullo y una satisfacción muy grandes por haber ganado», cuenta a ABC a la mañana siguiente. Aunque también se encuentra dolorido. El cuarto toro, un animal manso encastado de Victoriano del Río, le propinó un volteretón: « Cuando me he levantado me dolía hasta el pelo », comenta entre risas: « Estoy muy dolorido, pero viendo la Copa aquí en casa, duele un poquito menos ». Ese Desgarbado le lanzó varios metros por el aire: «Yo tenía constancia de que me había mandado lejos, pero cuando vi el vídeo, dije: ‘ Qué pedazo de voltereta me ha pegado ‘»… Varios segundos tardó en recomponerse, y tuvo que matar a ese animal sin chaquetilla. Además, mientras recuperaba el color, el toro sembró el pánico en el ruedo, cogiendo a Jesús Fernández, que lleva una cornada de 10 cm. que llega hasta el escroto. Por ambos motivos no hubo una celebración especial: «Cené con mi gente y parte de la cuadrilla, pero nada más, porque mi banderillero había caído herido y estaba en el hospital . Además, con la paliza que tengo encima no tenía muchas ganas». Ya habrá tiempo de celebrarlo todos juntos, sobre todo a final de temporada, tras el paso por Madrid, donde ya tiene la mente puesta, porque « es un privilegio ir a confirmar en una feria de tanta categoría . También mucha responsabilidad, porque tengo la oportunidad ahí para subirme al tren, y a ver si no se me escapa ».Pero, hasta que llegue octubre, espera ver «si sale alguna cosita más», y que sirva esto para coger alguna corrida. «Ahora los carteles se cierran muy pronto, y hay pocos sitios en los que uno pueda entrar . Pero, desgraciadamente, en el toreo hay percances, y siempre pueden llegar la sustituciones. Así que a la espera de que suene el teléfono, de que quieran contar conmigo ». De ahí la importancia de la Chenel, «porque es un certamen que da mucha visibilidad ». Y no sólo al ganador, si no a todos los que han destacado, como Daniel Crespo o Álvaro Burdiel, finalistas, o Jorge Molina o García Pulido.Comenzó esta andadura a finales de marzo en San Agustín de Guadalix, pasando ya de primer clasificado, como en las demás fases. « Creo que ha habido una evolución constante , desde la primera corrida hasta la última», nos comenta. « S e me ha ido viendo más frescura, una evolución muy ascendente, y creo que eso es lo importante en los toreros, intentar sorprender cada día ». Y eso ha conseguido, además con toros de distintas ganaderías y encastes. Comenta que se le ha podido ver algo de inexperiencia con algunos encastes, pero « la juventud te hace llegar a límites muy extremos, y las carencias del poco bagaje se suplen con ganas e ilusión , y eso hace que el poco oficio se queden un poquito atrás».Para ganar, hay que pasar la final a tres, con toros de Adolfo y Cuadri: « Son retos ». Una prueba de fuego, exigente pero lógica, que pasó con nota Sergio, al cortar una oreja a un toro importante de la ganadería onubense. « Con más experiencia, se afrontan de otra manera, pero cuando empezó la Copa, esas ganaderías ya estaban adjudicadas para esa final », dice con razón, a raíz la polémica de que chavales tan nuevos lidien ganaderías de las denominadas duras. Y además se encuentra muy orgulloso de, con un año de alternativa, «poder decir que he matado una corrida de Adolfo y Cuadri, y haberle podido cortar una oreja ». Además, « los miedos previos que se pasan que son muy diferentes a otras corridas », por lo que da especial mérito a los toreros acostumbrados a matar esos encastes.Aunque, la única corrida que ha matado fuera de la Copa esta temporada, también toreó un buen toro de Valdellán, con el que estuvo muy bien. Fue en su Ávila natal, con Morante y Emilio de Justo . «Esa tarde fue un sueño, y hacerlo ante tus paisanos es una responsabilidad muy grande también. Creo que todos los toreros queremos estar en esos carteles. Fue una importante, aunque sin espalda ». Eso sí, la tizona también ha frenado triunfos en la Chenel. Al carretón, porque este torero va a dar muchas alegrías a sus paisanos, por su buen concepto del toreo, sus buenas y elegantes maneras, y su « personalidad », rasgo con el que le gusta definirse como torero. Pocas veces se ha visto un ganador tan claro como el de la quinta edición de la Copa Chenel. Y es que Sergio Rodríguez ha ido arrasando en todas sus participaciones, coincidiendo siempre con toreros con mucha proyección que no se lo han puesto fácil. Pero ahí estaba el abulense , que tomó la alternativa el año pasado, poniendo su nombre encima de la mesa para que le lleguen las oportunidades que ha demostrado merecer. Por lo pronto, confirmará en Las Ventas en la Feria de Otoño , en un cartel de expectación. « Siento un orgullo y una satisfacción muy grandes por haber ganado», cuenta a ABC a la mañana siguiente. Aunque también se encuentra dolorido. El cuarto toro, un animal manso encastado de Victoriano del Río, le propinó un volteretón: « Cuando me he levantado me dolía hasta el pelo », comenta entre risas: « Estoy muy dolorido, pero viendo la Copa aquí en casa, duele un poquito menos ». Ese Desgarbado le lanzó varios metros por el aire: «Yo tenía constancia de que me había mandado lejos, pero cuando vi el vídeo, dije: ‘ Qué pedazo de voltereta me ha pegado ‘»… Varios segundos tardó en recomponerse, y tuvo que matar a ese animal sin chaquetilla. Además, mientras recuperaba el color, el toro sembró el pánico en el ruedo, cogiendo a Jesús Fernández, que lleva una cornada de 10 cm. que llega hasta el escroto. Por ambos motivos no hubo una celebración especial: «Cené con mi gente y parte de la cuadrilla, pero nada más, porque mi banderillero había caído herido y estaba en el hospital . Además, con la paliza que tengo encima no tenía muchas ganas». Ya habrá tiempo de celebrarlo todos juntos, sobre todo a final de temporada, tras el paso por Madrid, donde ya tiene la mente puesta, porque « es un privilegio ir a confirmar en una feria de tanta categoría . También mucha responsabilidad, porque tengo la oportunidad ahí para subirme al tren, y a ver si no se me escapa ».Pero, hasta que llegue octubre, espera ver «si sale alguna cosita más», y que sirva esto para coger alguna corrida. «Ahora los carteles se cierran muy pronto, y hay pocos sitios en los que uno pueda entrar . Pero, desgraciadamente, en el toreo hay percances, y siempre pueden llegar la sustituciones. Así que a la espera de que suene el teléfono, de que quieran contar conmigo ». De ahí la importancia de la Chenel, «porque es un certamen que da mucha visibilidad ». Y no sólo al ganador, si no a todos los que han destacado, como Daniel Crespo o Álvaro Burdiel, finalistas, o Jorge Molina o García Pulido.Comenzó esta andadura a finales de marzo en San Agustín de Guadalix, pasando ya de primer clasificado, como en las demás fases. « Creo que ha habido una evolución constante , desde la primera corrida hasta la última», nos comenta. « S e me ha ido viendo más frescura, una evolución muy ascendente, y creo que eso es lo importante en los toreros, intentar sorprender cada día ». Y eso ha conseguido, además con toros de distintas ganaderías y encastes. Comenta que se le ha podido ver algo de inexperiencia con algunos encastes, pero « la juventud te hace llegar a límites muy extremos, y las carencias del poco bagaje se suplen con ganas e ilusión , y eso hace que el poco oficio se queden un poquito atrás».Para ganar, hay que pasar la final a tres, con toros de Adolfo y Cuadri: « Son retos ». Una prueba de fuego, exigente pero lógica, que pasó con nota Sergio, al cortar una oreja a un toro importante de la ganadería onubense. « Con más experiencia, se afrontan de otra manera, pero cuando empezó la Copa, esas ganaderías ya estaban adjudicadas para esa final », dice con razón, a raíz la polémica de que chavales tan nuevos lidien ganaderías de las denominadas duras. Y además se encuentra muy orgulloso de, con un año de alternativa, «poder decir que he matado una corrida de Adolfo y Cuadri, y haberle podido cortar una oreja ». Además, « los miedos previos que se pasan que son muy diferentes a otras corridas », por lo que da especial mérito a los toreros acostumbrados a matar esos encastes.Aunque, la única corrida que ha matado fuera de la Copa esta temporada, también toreó un buen toro de Valdellán, con el que estuvo muy bien. Fue en su Ávila natal, con Morante y Emilio de Justo . «Esa tarde fue un sueño, y hacerlo ante tus paisanos es una responsabilidad muy grande también. Creo que todos los toreros queremos estar en esos carteles. Fue una importante, aunque sin espalda ». Eso sí, la tizona también ha frenado triunfos en la Chenel. Al carretón, porque este torero va a dar muchas alegrías a sus paisanos, por su buen concepto del toreo, sus buenas y elegantes maneras, y su « personalidad », rasgo con el que le gusta definirse como torero. Pocas veces se ha visto un ganador tan claro como el de la quinta edición de la Copa Chenel. Y es que Sergio Rodríguez ha ido arrasando en todas sus participaciones, coincidiendo siempre con toreros con mucha proyección que no se lo han puesto fácil. Pero ahí estaba el abulense , que tomó la alternativa el año pasado, poniendo su nombre encima de la mesa para que le lleguen las oportunidades que ha demostrado merecer. Por lo pronto, confirmará en Las Ventas en la Feria de Otoño , en un cartel de expectación. « Siento un orgullo y una satisfacción muy grandes por haber ganado», cuenta a ABC a la mañana siguiente. Aunque también se encuentra dolorido. El cuarto toro, un animal manso encastado de Victoriano del Río, le propinó un volteretón: « Cuando me he levantado me dolía hasta el pelo », comenta entre risas: « Estoy muy dolorido, pero viendo la Copa aquí en casa, duele un poquito menos ». Ese Desgarbado le lanzó varios metros por el aire: «Yo tenía constancia de que me había mandado lejos, pero cuando vi el vídeo, dije: ‘ Qué pedazo de voltereta me ha pegado ‘»… Varios segundos tardó en recomponerse, y tuvo que matar a ese animal sin chaquetilla. Además, mientras recuperaba el color, el toro sembró el pánico en el ruedo, cogiendo a Jesús Fernández, que lleva una cornada de 10 cm. que llega hasta el escroto. Por ambos motivos no hubo una celebración especial: «Cené con mi gente y parte de la cuadrilla, pero nada más, porque mi banderillero había caído herido y estaba en el hospital . Además, con la paliza que tengo encima no tenía muchas ganas». Ya habrá tiempo de celebrarlo todos juntos, sobre todo a final de temporada, tras el paso por Madrid, donde ya tiene la mente puesta, porque « es un privilegio ir a confirmar en una feria de tanta categoría . También mucha responsabilidad, porque tengo la oportunidad ahí para subirme al tren, y a ver si no se me escapa ».Pero, hasta que llegue octubre, espera ver «si sale alguna cosita más», y que sirva esto para coger alguna corrida. «Ahora los carteles se cierran muy pronto, y hay pocos sitios en los que uno pueda entrar . Pero, desgraciadamente, en el toreo hay percances, y siempre pueden llegar la sustituciones. Así que a la espera de que suene el teléfono, de que quieran contar conmigo ». De ahí la importancia de la Chenel, «porque es un certamen que da mucha visibilidad ». Y no sólo al ganador, si no a todos los que han destacado, como Daniel Crespo o Álvaro Burdiel, finalistas, o Jorge Molina o García Pulido.Comenzó esta andadura a finales de marzo en San Agustín de Guadalix, pasando ya de primer clasificado, como en las demás fases. « Creo que ha habido una evolución constante , desde la primera corrida hasta la última», nos comenta. « S e me ha ido viendo más frescura, una evolución muy ascendente, y creo que eso es lo importante en los toreros, intentar sorprender cada día ». Y eso ha conseguido, además con toros de distintas ganaderías y encastes. Comenta que se le ha podido ver algo de inexperiencia con algunos encastes, pero « la juventud te hace llegar a límites muy extremos, y las carencias del poco bagaje se suplen con ganas e ilusión , y eso hace que el poco oficio se queden un poquito atrás».Para ganar, hay que pasar la final a tres, con toros de Adolfo y Cuadri: « Son retos ». Una prueba de fuego, exigente pero lógica, que pasó con nota Sergio, al cortar una oreja a un toro importante de la ganadería onubense. « Con más experiencia, se afrontan de otra manera, pero cuando empezó la Copa, esas ganaderías ya estaban adjudicadas para esa final », dice con razón, a raíz la polémica de que chavales tan nuevos lidien ganaderías de las denominadas duras. Y además se encuentra muy orgulloso de, con un año de alternativa, «poder decir que he matado una corrida de Adolfo y Cuadri, y haberle podido cortar una oreja ». Además, « los miedos previos que se pasan que son muy diferentes a otras corridas », por lo que da especial mérito a los toreros acostumbrados a matar esos encastes.Aunque, la única corrida que ha matado fuera de la Copa esta temporada, también toreó un buen toro de Valdellán, con el que estuvo muy bien. Fue en su Ávila natal, con Morante y Emilio de Justo . «Esa tarde fue un sueño, y hacerlo ante tus paisanos es una responsabilidad muy grande también. Creo que todos los toreros queremos estar en esos carteles. Fue una importante, aunque sin espalda ». Eso sí, la tizona también ha frenado triunfos en la Chenel. Al carretón, porque este torero va a dar muchas alegrías a sus paisanos, por su buen concepto del toreo, sus buenas y elegantes maneras, y su « personalidad », rasgo con el que le gusta definirse como torero. RSS de noticias de cultura
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