Europa depende tremendamente de Estados Unidos. Especialmente, de su tecnología. Gracias a ella, los usuarios pueden acceder a la mayoría de las redes sociales, emplear los mejores navegadores y buscadores, almacenar su información en bases de datos o aligerar y mejorar los procesos de cualquier empresa o gobierno. No hay apenas alternativas a los servicios norteamericanos, y los estados europeos se están comenzando a dar cuenta de que esto puede ser un problema. De acuerdo con un estudio publicado el 24 de julio por Synergy Research Group, el 70% de los datos de las empresas e instituciones europeas están almacenados por empresas estadounidenses, en concreto, Amazon, Google y Microsoft, que además les dan acceso a toda clase de servicios informáticos. Mientras tanto, la cuota de mercado local de los proveedores del viejo continente se encuentra estancada en el 15%, el mismo punto en el que permanece desde 2021. Y en la UE hay, cada vez, más temor a lo que esto significa. En base a la legislación estadounidense, el Gobierno liderado por Donald Trump puede solicitar a cualquiera de sus proveedores de almacenamiento la entrega de datos de europeos, independientemente de que la información esté ubicada dentro o fuera de Estados Unidos. Y para ello, la tecnológica de turno no tiene necesidad de contar previamente con la autorización del estado o de la empresa a la que pertecen. Así lo reconoció recientemente Anton Carniaux, director de asuntos públicos y jurídicos de Microsoft Francia, en una vista ante el Senado del país galo en la que compareció, precisamente, por temor al posible espionaje. Actualmente, debido al clima de tensiones y a la guerra comercial iniciada por Trump, varios gobiernos e instituciones europeas están comenzando a replantearse el uso de tecnología estadounidense. Los legisladores de Países Bajos solicitaron en junio a su gobierno que utilice, al menos, el 30% de servicios en nube holandeses o europeos para 2029. Ese mismo mes, la ciudad francesa de Lyon y el estado alemán de Schleswig-Holstein abandonaron Windows para apostar por el sistema operativo de código abierto Linux. Asimismo, varias ciudades danesas, entre ellas Copenhague, optaron por dejar de emplear los servicios de Microsoft Office y sustituirlos por Libre Office. «Si solo usamos sus soluciones, nuestra sociedad se vuelve extremadamente vulnerable en un mundo en constante cambio, bajo la presión de las grandes potencias, las tensiones geopolíticas y la carrera tecnológica», remarcó Morten Bodskov, ministro de Comercio e Industria de Dinamarca.El primer buscador de la UE: alemán y con solo un 0,4% de cuota de mercado Si Europa depende de los servicios de software de Estados Unidos, también lo hace de sus herramientas para encontrar información en la red. Así lo demuestra el que Google, año tras año, sea el buscador predilecto, con una cuota de mercado actual que hasta supera el 90%. En el continente, la única plataforma de consulta que ha conseguido cierto éxito es la alemana Ecosia, que se conforma con un 0,4% de la cuota. Fuentes de la empresa señalan a este periódico que la culpa de la dependencia tecnológica en la UE es de «la mediocridad política europea y el hecho de que las administraciones públicas gasten cientos de miles de millones de euros de dinero público cada año en soluciones informáticas extranjeras».Sin preparaciónPara Sancho Lerena, director ejecutivo de Pandora FMS, la actual situación de dependencia, sumada a las volátiles e imprevisibles decisiones de Trump, han provocado que hayamos llegado «a un momento en el que creo que todo el mundo debe tomar conciencia». «Si Trump algún día quiere hacerte pagar un arancel por acceder a los servicios tecnológicos de las empresas puede hacerlo, y además en cualquier momento. U obligarlas a cortar el servicio. En tecnología, si él decide pulsar un botón puede mandarnos a la Edad de Piedra, porque no estamos preparados para vivir sin sus herramientas. Si él decide obligarnos a pagar más por su tecnología lo tendremos que hacer, queramos o no», añade el experto, cuya firma ofrece servicios de software y ciberseguridad a empresas de todo el mundo.En opinión de Lerena, la industria del software europeo solo necesita que Bruselas «apueste de verdad» por la tecnología comunitaria para que, al menos, se pueda conseguir cierta independencia digital. Con todo, las cifras dejan en claro que sigue quedando mucho trabajo por hacer. De nuevo, según Synergy Research Group, entre los proveedores europeos de servicios en la nube, SAP y Deutsche Telekom son los líderes, representando cada uno el 2 % del mercado europeo. Les siguen la francesa OVHcloud, Telecom Italia, Orange y una larga lista de actores nacionales y regionales, que no suman ni el 1% de la cuota.«Es muy complicado competir, porque no hay apenas jugadores y muchas europeas han apostado, directamente, por hacerse colaboradoras de las empresas estadounidenses», explica a este diario José Luis Casal, analista de negocio digital que trabaja para numerosas tecnológicas. El experto apunta, además, que actualmente «hacer la competencia a empresas como Microsoft, Amazon o Google «es como darte contra un muro»; en parte porque «es muy fácil entrar en sus servicios, pero también es como ponerte unos grilletes; porque salir de ahí y recuperar toda tu información, tecnológicamente, puede ser muy complicado». Además, realizar la migración puede requerir de muchísimo tiempo y trabajo, incluso cuando el proceso se realiza a la perfección.MÁS INFORMACIÓN noticia Si La UE exige claridad a la Casa Blanca ante la falta de detalles del acuerdo comercial noticia No IA para eliminar plásticos flotantes del océanoSea como sea, las empresas estadounidenses han comenzado a tomar nota de las preocupaciones de los usuarios europeos. Recientemente, Microsoft se comprometió a construir una nube exclusiva para Europa que la ayude a «navegar por el incierto entorno geopolítico». Europa depende tremendamente de Estados Unidos. Especialmente, de su tecnología. Gracias a ella, los usuarios pueden acceder a la mayoría de las redes sociales, emplear los mejores navegadores y buscadores, almacenar su información en bases de datos o aligerar y mejorar los procesos de cualquier empresa o gobierno. No hay apenas alternativas a los servicios norteamericanos, y los estados europeos se están comenzando a dar cuenta de que esto puede ser un problema. De acuerdo con un estudio publicado el 24 de julio por Synergy Research Group, el 70% de los datos de las empresas e instituciones europeas están almacenados por empresas estadounidenses, en concreto, Amazon, Google y Microsoft, que además les dan acceso a toda clase de servicios informáticos. Mientras tanto, la cuota de mercado local de los proveedores del viejo continente se encuentra estancada en el 15%, el mismo punto en el que permanece desde 2021. Y en la UE hay, cada vez, más temor a lo que esto significa. En base a la legislación estadounidense, el Gobierno liderado por Donald Trump puede solicitar a cualquiera de sus proveedores de almacenamiento la entrega de datos de europeos, independientemente de que la información esté ubicada dentro o fuera de Estados Unidos. Y para ello, la tecnológica de turno no tiene necesidad de contar previamente con la autorización del estado o de la empresa a la que pertecen. Así lo reconoció recientemente Anton Carniaux, director de asuntos públicos y jurídicos de Microsoft Francia, en una vista ante el Senado del país galo en la que compareció, precisamente, por temor al posible espionaje. Actualmente, debido al clima de tensiones y a la guerra comercial iniciada por Trump, varios gobiernos e instituciones europeas están comenzando a replantearse el uso de tecnología estadounidense. Los legisladores de Países Bajos solicitaron en junio a su gobierno que utilice, al menos, el 30% de servicios en nube holandeses o europeos para 2029. Ese mismo mes, la ciudad francesa de Lyon y el estado alemán de Schleswig-Holstein abandonaron Windows para apostar por el sistema operativo de código abierto Linux. Asimismo, varias ciudades danesas, entre ellas Copenhague, optaron por dejar de emplear los servicios de Microsoft Office y sustituirlos por Libre Office. «Si solo usamos sus soluciones, nuestra sociedad se vuelve extremadamente vulnerable en un mundo en constante cambio, bajo la presión de las grandes potencias, las tensiones geopolíticas y la carrera tecnológica», remarcó Morten Bodskov, ministro de Comercio e Industria de Dinamarca.El primer buscador de la UE: alemán y con solo un 0,4% de cuota de mercado Si Europa depende de los servicios de software de Estados Unidos, también lo hace de sus herramientas para encontrar información en la red. Así lo demuestra el que Google, año tras año, sea el buscador predilecto, con una cuota de mercado actual que hasta supera el 90%. En el continente, la única plataforma de consulta que ha conseguido cierto éxito es la alemana Ecosia, que se conforma con un 0,4% de la cuota. Fuentes de la empresa señalan a este periódico que la culpa de la dependencia tecnológica en la UE es de «la mediocridad política europea y el hecho de que las administraciones públicas gasten cientos de miles de millones de euros de dinero público cada año en soluciones informáticas extranjeras».Sin preparaciónPara Sancho Lerena, director ejecutivo de Pandora FMS, la actual situación de dependencia, sumada a las volátiles e imprevisibles decisiones de Trump, han provocado que hayamos llegado «a un momento en el que creo que todo el mundo debe tomar conciencia». «Si Trump algún día quiere hacerte pagar un arancel por acceder a los servicios tecnológicos de las empresas puede hacerlo, y además en cualquier momento. U obligarlas a cortar el servicio. En tecnología, si él decide pulsar un botón puede mandarnos a la Edad de Piedra, porque no estamos preparados para vivir sin sus herramientas. Si él decide obligarnos a pagar más por su tecnología lo tendremos que hacer, queramos o no», añade el experto, cuya firma ofrece servicios de software y ciberseguridad a empresas de todo el mundo.En opinión de Lerena, la industria del software europeo solo necesita que Bruselas «apueste de verdad» por la tecnología comunitaria para que, al menos, se pueda conseguir cierta independencia digital. Con todo, las cifras dejan en claro que sigue quedando mucho trabajo por hacer. De nuevo, según Synergy Research Group, entre los proveedores europeos de servicios en la nube, SAP y Deutsche Telekom son los líderes, representando cada uno el 2 % del mercado europeo. Les siguen la francesa OVHcloud, Telecom Italia, Orange y una larga lista de actores nacionales y regionales, que no suman ni el 1% de la cuota.«Es muy complicado competir, porque no hay apenas jugadores y muchas europeas han apostado, directamente, por hacerse colaboradoras de las empresas estadounidenses», explica a este diario José Luis Casal, analista de negocio digital que trabaja para numerosas tecnológicas. El experto apunta, además, que actualmente «hacer la competencia a empresas como Microsoft, Amazon o Google «es como darte contra un muro»; en parte porque «es muy fácil entrar en sus servicios, pero también es como ponerte unos grilletes; porque salir de ahí y recuperar toda tu información, tecnológicamente, puede ser muy complicado». Además, realizar la migración puede requerir de muchísimo tiempo y trabajo, incluso cuando el proceso se realiza a la perfección.MÁS INFORMACIÓN noticia Si La UE exige claridad a la Casa Blanca ante la falta de detalles del acuerdo comercial noticia No IA para eliminar plásticos flotantes del océanoSea como sea, las empresas estadounidenses han comenzado a tomar nota de las preocupaciones de los usuarios europeos. Recientemente, Microsoft se comprometió a construir una nube exclusiva para Europa que la ayude a «navegar por el incierto entorno geopolítico». Europa depende tremendamente de Estados Unidos. Especialmente, de su tecnología. Gracias a ella, los usuarios pueden acceder a la mayoría de las redes sociales, emplear los mejores navegadores y buscadores, almacenar su información en bases de datos o aligerar y mejorar los procesos de cualquier empresa o gobierno. No hay apenas alternativas a los servicios norteamericanos, y los estados europeos se están comenzando a dar cuenta de que esto puede ser un problema. De acuerdo con un estudio publicado el 24 de julio por Synergy Research Group, el 70% de los datos de las empresas e instituciones europeas están almacenados por empresas estadounidenses, en concreto, Amazon, Google y Microsoft, que además les dan acceso a toda clase de servicios informáticos. Mientras tanto, la cuota de mercado local de los proveedores del viejo continente se encuentra estancada en el 15%, el mismo punto en el que permanece desde 2021. Y en la UE hay, cada vez, más temor a lo que esto significa. En base a la legislación estadounidense, el Gobierno liderado por Donald Trump puede solicitar a cualquiera de sus proveedores de almacenamiento la entrega de datos de europeos, independientemente de que la información esté ubicada dentro o fuera de Estados Unidos. Y para ello, la tecnológica de turno no tiene necesidad de contar previamente con la autorización del estado o de la empresa a la que pertecen. Así lo reconoció recientemente Anton Carniaux, director de asuntos públicos y jurídicos de Microsoft Francia, en una vista ante el Senado del país galo en la que compareció, precisamente, por temor al posible espionaje. Actualmente, debido al clima de tensiones y a la guerra comercial iniciada por Trump, varios gobiernos e instituciones europeas están comenzando a replantearse el uso de tecnología estadounidense. Los legisladores de Países Bajos solicitaron en junio a su gobierno que utilice, al menos, el 30% de servicios en nube holandeses o europeos para 2029. Ese mismo mes, la ciudad francesa de Lyon y el estado alemán de Schleswig-Holstein abandonaron Windows para apostar por el sistema operativo de código abierto Linux. Asimismo, varias ciudades danesas, entre ellas Copenhague, optaron por dejar de emplear los servicios de Microsoft Office y sustituirlos por Libre Office. «Si solo usamos sus soluciones, nuestra sociedad se vuelve extremadamente vulnerable en un mundo en constante cambio, bajo la presión de las grandes potencias, las tensiones geopolíticas y la carrera tecnológica», remarcó Morten Bodskov, ministro de Comercio e Industria de Dinamarca.El primer buscador de la UE: alemán y con solo un 0,4% de cuota de mercado Si Europa depende de los servicios de software de Estados Unidos, también lo hace de sus herramientas para encontrar información en la red. Así lo demuestra el que Google, año tras año, sea el buscador predilecto, con una cuota de mercado actual que hasta supera el 90%. En el continente, la única plataforma de consulta que ha conseguido cierto éxito es la alemana Ecosia, que se conforma con un 0,4% de la cuota. Fuentes de la empresa señalan a este periódico que la culpa de la dependencia tecnológica en la UE es de «la mediocridad política europea y el hecho de que las administraciones públicas gasten cientos de miles de millones de euros de dinero público cada año en soluciones informáticas extranjeras».Sin preparaciónPara Sancho Lerena, director ejecutivo de Pandora FMS, la actual situación de dependencia, sumada a las volátiles e imprevisibles decisiones de Trump, han provocado que hayamos llegado «a un momento en el que creo que todo el mundo debe tomar conciencia». «Si Trump algún día quiere hacerte pagar un arancel por acceder a los servicios tecnológicos de las empresas puede hacerlo, y además en cualquier momento. U obligarlas a cortar el servicio. En tecnología, si él decide pulsar un botón puede mandarnos a la Edad de Piedra, porque no estamos preparados para vivir sin sus herramientas. Si él decide obligarnos a pagar más por su tecnología lo tendremos que hacer, queramos o no», añade el experto, cuya firma ofrece servicios de software y ciberseguridad a empresas de todo el mundo.En opinión de Lerena, la industria del software europeo solo necesita que Bruselas «apueste de verdad» por la tecnología comunitaria para que, al menos, se pueda conseguir cierta independencia digital. Con todo, las cifras dejan en claro que sigue quedando mucho trabajo por hacer. De nuevo, según Synergy Research Group, entre los proveedores europeos de servicios en la nube, SAP y Deutsche Telekom son los líderes, representando cada uno el 2 % del mercado europeo. Les siguen la francesa OVHcloud, Telecom Italia, Orange y una larga lista de actores nacionales y regionales, que no suman ni el 1% de la cuota.«Es muy complicado competir, porque no hay apenas jugadores y muchas europeas han apostado, directamente, por hacerse colaboradoras de las empresas estadounidenses», explica a este diario José Luis Casal, analista de negocio digital que trabaja para numerosas tecnológicas. El experto apunta, además, que actualmente «hacer la competencia a empresas como Microsoft, Amazon o Google «es como darte contra un muro»; en parte porque «es muy fácil entrar en sus servicios, pero también es como ponerte unos grilletes; porque salir de ahí y recuperar toda tu información, tecnológicamente, puede ser muy complicado». Además, realizar la migración puede requerir de muchísimo tiempo y trabajo, incluso cuando el proceso se realiza a la perfección.MÁS INFORMACIÓN noticia Si La UE exige claridad a la Casa Blanca ante la falta de detalles del acuerdo comercial noticia No IA para eliminar plásticos flotantes del océanoSea como sea, las empresas estadounidenses han comenzado a tomar nota de las preocupaciones de los usuarios europeos. Recientemente, Microsoft se comprometió a construir una nube exclusiva para Europa que la ayude a «navegar por el incierto entorno geopolítico». RSS de noticias de tecnologia
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