Todavía con el recuerdo de la gesta de Mathieu Van der Poel para que su compañero Jonas Rickaert cumpliese este domingo el sueño de subir un día al podio del Tour (con el premio a la combatividad en la etapa, la segunda más rápida de la historia), la ronda francesa alcanzó este lunes esplendor competitivo en una etapa sin resuello ganada por Simon Yates (Visma), vencedor del último Giro de Italia. El irlandés Ben Healy, que había ganado ya la sexta etapa, se convierte el nuevo líder de la carrera tras una escapada numerosa de 150 kilómetros que fue adelgazando con el paso de los puertos de montaña.La explosiva décima jornada diseñada para coincidir con la fiesta nacional francesa –4.500 metros de desnivel acumulado en 165 kilómetros– cristalizó en una etapa picante desde la primera pedalada, con un comienzo realmente disruptivo: un muro de 500 metros al 15% antes de recorrer siquiera diez kilómetros. A esa rampa llegó ya en solitario un héroe nacional, Julian Alaphilippe, para ilusionar a la población fugazmente en el Día de la Bastilla.’D’Artagnan’ se metió también en la primera escapada seria del día, inmediatamente después, con una veintena de nombres ilustres que terminaron consolidando esa fuga temprana, todavía con siete puertos que subir, y confirieron prestigio definitivo a este 14 de julio. Numerosos ciclistas quedaron inmediatamente descolgados y ningún equipo pudo controlar la carrera. Además de los ocho puertos puntuables, los ciclistas coronaron muchas ascensiones menores sin calificar, definitorias de una emboscada permanente sin apenas terreno llano. Pogacar , ya sin Almeida (su principal lugarteniente), vio quedarse a su socio Sivakov (enfermo) en las primeras cuestas del día. El debutante Pablo Castrillo (Movistar) saltó posteriormente del pelotón y se sumó sin dificultades al grupo delantero, donde ya estaban su compañero Iván Romeo y Raúl García Pierna (Arkea).Hace tiempo que no se encadenaban diez etapas antes del primer día de descanso (este martes) en el Tour: los ciclistas llegaron ya bastante doloridos este lunes al Macizo Central y agradecieron sumamente que el calor fuese soportable en comparación con lo que les espera esta semana próxima en los Pirineos. Se esperaba una lucha apasionante por la victoria de etapa, pero también cambios relevantes en la clasificación general a pesar de no haber grandes puertos: el diseño de constante montaña rusa genera con frecuencia mayores diferencias entre los candidatos. Visma intentó aprovechar su superioridad numérica y colocó a dos figuras, Victor Campenaerts y Simon Yates, en la fuga de la jornada. También probó al líder varias veces. Pero Pogacar pasó el día sin excesivo sufrimiento. El ejemplar gregario alemán de UAE y Tadej Pogacar, Nils Politt,se encargó personalmente junto a Tim Wellens de mantener la diferencia en un nivel manejable durante muchos kilómetros; fue en el tercer puerto del día (Charade), a 100 kilómetros de meta, cuando la escapada de 30 ciclistas empezó a resquebrajarse y la diferencia con el pelotón a crecer.Castrillo, primero, y después García Pierna lograron agarrarse a la fuga de la fuga (17 ciclistas) mientras Romeo o Alaphilippe eran fagocitados por el pelotón, liderado durante ese tramo por Wellens (que iba a ceder su maillot de ‘rey’ de la montaña a Lenny Martínez, muy activo en la escapada). Education First (con tres corredores en la escapada) endureció el paso progresivamente durante 40 kilómetros para tratar de asegurar el liderato virtual de Healy , y a partir del Col de la Croix Morand, a 45 kilómetros, lo probaron el propio Healy, Campenaerts o Simmons, campeón de Estados Unidos, con Castrillo discretamente incrustado en la cabecera hasta que no pudo más y cedió a 30 kilómetros de Le Mont-Dore Puy de Sancy, cumbre final de la tarde.Por atrás, en la penúltima subida, Jorgenson (quinto clasificado) atacó un par de veces para probar a Pogacar, y el esloveno salió en persona. A veinte kilómetros del final el pelotón ya sólo tenía 25 corredores. Visma jugaba por la etapa adelante con Yates (agazapado) y por detrás con Jorgenson y Kuss, tratando de encontrar la debilidad de un Pogacar con menos apoyos de lo habitual pero bien defendido por Marc Soler en el momento culminante de la carrera.La penúltima subida la protagonizaron Ben O’Connor, Healy, Yates, Arensman, Storer y Simmons, que fue el primero en desfondarse. Todo el esfuerzo lo puso el joven Healy, deslumbrado por el sueño del jersey amarillo, con los experimentados escualos a su espalda vigilándose unos a otros. Los líderes no recortaban la diferencia de cinco minutos y medio, Pogacar iba a ceder su maillot. La ascensión final a Puy de Sancy comenzó de forma muy diferente: Yates soltó un latigazo al que sólo pudo responder O’Connor y más tarde Arensman. Tres kilómetros a meta. Healy bregando solo por su maillot mientras Visma aceleraba por detrás y Carlos Rodríguez se dejaba ver en cabeza y Evenepoel trataba infructuosamente de arañar unos segundos en meta a ‘Pogi’ y Vingegaard. Pero fue el esloveno quien lanzó el hachazo definitivo en el último kilómetro, seguido únicamente por su rival danés. Yates hizo un segundo ataque cinco minutos después, beneficiado por una carrera muy inteligente, y liquidó a O’Connor. El vencedor del Giro alzó los brazos en la meta, agobiado eso sí por un resistente Arensman. Además de la irrupción de Healey, no hay grandes cambios en la general. Este martes, por fin, llega la primera jornada de asueto. Todavía con el recuerdo de la gesta de Mathieu Van der Poel para que su compañero Jonas Rickaert cumpliese este domingo el sueño de subir un día al podio del Tour (con el premio a la combatividad en la etapa, la segunda más rápida de la historia), la ronda francesa alcanzó este lunes esplendor competitivo en una etapa sin resuello ganada por Simon Yates (Visma), vencedor del último Giro de Italia. El irlandés Ben Healy, que había ganado ya la sexta etapa, se convierte el nuevo líder de la carrera tras una escapada numerosa de 150 kilómetros que fue adelgazando con el paso de los puertos de montaña.La explosiva décima jornada diseñada para coincidir con la fiesta nacional francesa –4.500 metros de desnivel acumulado en 165 kilómetros– cristalizó en una etapa picante desde la primera pedalada, con un comienzo realmente disruptivo: un muro de 500 metros al 15% antes de recorrer siquiera diez kilómetros. A esa rampa llegó ya en solitario un héroe nacional, Julian Alaphilippe, para ilusionar a la población fugazmente en el Día de la Bastilla.’D’Artagnan’ se metió también en la primera escapada seria del día, inmediatamente después, con una veintena de nombres ilustres que terminaron consolidando esa fuga temprana, todavía con siete puertos que subir, y confirieron prestigio definitivo a este 14 de julio. Numerosos ciclistas quedaron inmediatamente descolgados y ningún equipo pudo controlar la carrera. Además de los ocho puertos puntuables, los ciclistas coronaron muchas ascensiones menores sin calificar, definitorias de una emboscada permanente sin apenas terreno llano. Pogacar , ya sin Almeida (su principal lugarteniente), vio quedarse a su socio Sivakov (enfermo) en las primeras cuestas del día. El debutante Pablo Castrillo (Movistar) saltó posteriormente del pelotón y se sumó sin dificultades al grupo delantero, donde ya estaban su compañero Iván Romeo y Raúl García Pierna (Arkea).Hace tiempo que no se encadenaban diez etapas antes del primer día de descanso (este martes) en el Tour: los ciclistas llegaron ya bastante doloridos este lunes al Macizo Central y agradecieron sumamente que el calor fuese soportable en comparación con lo que les espera esta semana próxima en los Pirineos. Se esperaba una lucha apasionante por la victoria de etapa, pero también cambios relevantes en la clasificación general a pesar de no haber grandes puertos: el diseño de constante montaña rusa genera con frecuencia mayores diferencias entre los candidatos. Visma intentó aprovechar su superioridad numérica y colocó a dos figuras, Victor Campenaerts y Simon Yates, en la fuga de la jornada. También probó al líder varias veces. Pero Pogacar pasó el día sin excesivo sufrimiento. El ejemplar gregario alemán de UAE y Tadej Pogacar, Nils Politt,se encargó personalmente junto a Tim Wellens de mantener la diferencia en un nivel manejable durante muchos kilómetros; fue en el tercer puerto del día (Charade), a 100 kilómetros de meta, cuando la escapada de 30 ciclistas empezó a resquebrajarse y la diferencia con el pelotón a crecer.Castrillo, primero, y después García Pierna lograron agarrarse a la fuga de la fuga (17 ciclistas) mientras Romeo o Alaphilippe eran fagocitados por el pelotón, liderado durante ese tramo por Wellens (que iba a ceder su maillot de ‘rey’ de la montaña a Lenny Martínez, muy activo en la escapada). Education First (con tres corredores en la escapada) endureció el paso progresivamente durante 40 kilómetros para tratar de asegurar el liderato virtual de Healy , y a partir del Col de la Croix Morand, a 45 kilómetros, lo probaron el propio Healy, Campenaerts o Simmons, campeón de Estados Unidos, con Castrillo discretamente incrustado en la cabecera hasta que no pudo más y cedió a 30 kilómetros de Le Mont-Dore Puy de Sancy, cumbre final de la tarde.Por atrás, en la penúltima subida, Jorgenson (quinto clasificado) atacó un par de veces para probar a Pogacar, y el esloveno salió en persona. A veinte kilómetros del final el pelotón ya sólo tenía 25 corredores. Visma jugaba por la etapa adelante con Yates (agazapado) y por detrás con Jorgenson y Kuss, tratando de encontrar la debilidad de un Pogacar con menos apoyos de lo habitual pero bien defendido por Marc Soler en el momento culminante de la carrera.La penúltima subida la protagonizaron Ben O’Connor, Healy, Yates, Arensman, Storer y Simmons, que fue el primero en desfondarse. Todo el esfuerzo lo puso el joven Healy, deslumbrado por el sueño del jersey amarillo, con los experimentados escualos a su espalda vigilándose unos a otros. Los líderes no recortaban la diferencia de cinco minutos y medio, Pogacar iba a ceder su maillot. La ascensión final a Puy de Sancy comenzó de forma muy diferente: Yates soltó un latigazo al que sólo pudo responder O’Connor y más tarde Arensman. Tres kilómetros a meta. Healy bregando solo por su maillot mientras Visma aceleraba por detrás y Carlos Rodríguez se dejaba ver en cabeza y Evenepoel trataba infructuosamente de arañar unos segundos en meta a ‘Pogi’ y Vingegaard. Pero fue el esloveno quien lanzó el hachazo definitivo en el último kilómetro, seguido únicamente por su rival danés. Yates hizo un segundo ataque cinco minutos después, beneficiado por una carrera muy inteligente, y liquidó a O’Connor. El vencedor del Giro alzó los brazos en la meta, agobiado eso sí por un resistente Arensman. Además de la irrupción de Healey, no hay grandes cambios en la general. Este martes, por fin, llega la primera jornada de asueto. Todavía con el recuerdo de la gesta de Mathieu Van der Poel para que su compañero Jonas Rickaert cumpliese este domingo el sueño de subir un día al podio del Tour (con el premio a la combatividad en la etapa, la segunda más rápida de la historia), la ronda francesa alcanzó este lunes esplendor competitivo en una etapa sin resuello ganada por Simon Yates (Visma), vencedor del último Giro de Italia. El irlandés Ben Healy, que había ganado ya la sexta etapa, se convierte el nuevo líder de la carrera tras una escapada numerosa de 150 kilómetros que fue adelgazando con el paso de los puertos de montaña.La explosiva décima jornada diseñada para coincidir con la fiesta nacional francesa –4.500 metros de desnivel acumulado en 165 kilómetros– cristalizó en una etapa picante desde la primera pedalada, con un comienzo realmente disruptivo: un muro de 500 metros al 15% antes de recorrer siquiera diez kilómetros. A esa rampa llegó ya en solitario un héroe nacional, Julian Alaphilippe, para ilusionar a la población fugazmente en el Día de la Bastilla.’D’Artagnan’ se metió también en la primera escapada seria del día, inmediatamente después, con una veintena de nombres ilustres que terminaron consolidando esa fuga temprana, todavía con siete puertos que subir, y confirieron prestigio definitivo a este 14 de julio. Numerosos ciclistas quedaron inmediatamente descolgados y ningún equipo pudo controlar la carrera. Además de los ocho puertos puntuables, los ciclistas coronaron muchas ascensiones menores sin calificar, definitorias de una emboscada permanente sin apenas terreno llano. Pogacar , ya sin Almeida (su principal lugarteniente), vio quedarse a su socio Sivakov (enfermo) en las primeras cuestas del día. El debutante Pablo Castrillo (Movistar) saltó posteriormente del pelotón y se sumó sin dificultades al grupo delantero, donde ya estaban su compañero Iván Romeo y Raúl García Pierna (Arkea).Hace tiempo que no se encadenaban diez etapas antes del primer día de descanso (este martes) en el Tour: los ciclistas llegaron ya bastante doloridos este lunes al Macizo Central y agradecieron sumamente que el calor fuese soportable en comparación con lo que les espera esta semana próxima en los Pirineos. Se esperaba una lucha apasionante por la victoria de etapa, pero también cambios relevantes en la clasificación general a pesar de no haber grandes puertos: el diseño de constante montaña rusa genera con frecuencia mayores diferencias entre los candidatos. Visma intentó aprovechar su superioridad numérica y colocó a dos figuras, Victor Campenaerts y Simon Yates, en la fuga de la jornada. También probó al líder varias veces. Pero Pogacar pasó el día sin excesivo sufrimiento. El ejemplar gregario alemán de UAE y Tadej Pogacar, Nils Politt,se encargó personalmente junto a Tim Wellens de mantener la diferencia en un nivel manejable durante muchos kilómetros; fue en el tercer puerto del día (Charade), a 100 kilómetros de meta, cuando la escapada de 30 ciclistas empezó a resquebrajarse y la diferencia con el pelotón a crecer.Castrillo, primero, y después García Pierna lograron agarrarse a la fuga de la fuga (17 ciclistas) mientras Romeo o Alaphilippe eran fagocitados por el pelotón, liderado durante ese tramo por Wellens (que iba a ceder su maillot de ‘rey’ de la montaña a Lenny Martínez, muy activo en la escapada). Education First (con tres corredores en la escapada) endureció el paso progresivamente durante 40 kilómetros para tratar de asegurar el liderato virtual de Healy , y a partir del Col de la Croix Morand, a 45 kilómetros, lo probaron el propio Healy, Campenaerts o Simmons, campeón de Estados Unidos, con Castrillo discretamente incrustado en la cabecera hasta que no pudo más y cedió a 30 kilómetros de Le Mont-Dore Puy de Sancy, cumbre final de la tarde.Por atrás, en la penúltima subida, Jorgenson (quinto clasificado) atacó un par de veces para probar a Pogacar, y el esloveno salió en persona. A veinte kilómetros del final el pelotón ya sólo tenía 25 corredores. Visma jugaba por la etapa adelante con Yates (agazapado) y por detrás con Jorgenson y Kuss, tratando de encontrar la debilidad de un Pogacar con menos apoyos de lo habitual pero bien defendido por Marc Soler en el momento culminante de la carrera.La penúltima subida la protagonizaron Ben O’Connor, Healy, Yates, Arensman, Storer y Simmons, que fue el primero en desfondarse. Todo el esfuerzo lo puso el joven Healy, deslumbrado por el sueño del jersey amarillo, con los experimentados escualos a su espalda vigilándose unos a otros. Los líderes no recortaban la diferencia de cinco minutos y medio, Pogacar iba a ceder su maillot. La ascensión final a Puy de Sancy comenzó de forma muy diferente: Yates soltó un latigazo al que sólo pudo responder O’Connor y más tarde Arensman. Tres kilómetros a meta. Healy bregando solo por su maillot mientras Visma aceleraba por detrás y Carlos Rodríguez se dejaba ver en cabeza y Evenepoel trataba infructuosamente de arañar unos segundos en meta a ‘Pogi’ y Vingegaard. Pero fue el esloveno quien lanzó el hachazo definitivo en el último kilómetro, seguido únicamente por su rival danés. Yates hizo un segundo ataque cinco minutos después, beneficiado por una carrera muy inteligente, y liquidó a O’Connor. El vencedor del Giro alzó los brazos en la meta, agobiado eso sí por un resistente Arensman. Además de la irrupción de Healey, no hay grandes cambios en la general. Este martes, por fin, llega la primera jornada de asueto. RSS de noticias de deportes
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