Manuel Calvillo lo es todo en Zahara de la Sierra (Cádiz), un pueblecito blanco de postal de 1.300 vecinos: Peluquero, vestidor de la patrona del pueblo, organizador de mil saraos, cantaor si le tocan un poquito las palmas y travesti con su alter ego, La Peligro. Pero Calvillo, con sus 58 años cumplidos, es un superviviente que hace décadas entendió que le tocaba ser eso y más para hacerse respetar como persona LGTBIQ+ en un pueblo pequeño: “Haces un sobreesfuerzo para demostrar que vales”. Así que la primera vez que vio a Fede Benitez encaramada a unos tacones en la puerta de su peluquería, siendo apenas una niña antes de iniciar su transición, tuvo claro que tenía “la obligación moral de apoyarla y defenderla”.
El pueblecito de Zahara de la Sierra, en Cádiz, derriba estigmas con la celebración de su Orgullo LGTBIQ+, en una reivindicación rural que crece cada año por toda España
Manuel Calvillo lo es todo en Zahara de la Sierra (Cádiz), un pueblecito blanco de postal de 1.300 vecinos: Peluquero, vestidor de la patrona del pueblo, organizador de mil saraos, cantaor si le tocan un poquito las palmas y travesti con su alter ego, La Peligro. Pero Calvillo, con sus 58 años cumplidos, es un superviviente que hace décadas entendió que le tocaba ser eso y más para hacerse respetar como persona LGTBIQ+ en un pueblo pequeño: “Haces un sobreesfuerzo para demostrar que vales”. Así que la primera vez que vio a Fede Benitez encaramada a unos tacones en la puerta de su peluquería, siendo apenas una niña antes de iniciar su transición, tuvo claro que tenía “la obligación moral de apoyarla y defenderla”.
Feed MRSS-S Noticias