El viernes vence el plazo que Donald Trump impuso al Kremlin la semana pasada para alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania. La cuenta atrás ha comenzado, y desde Washington no se detecta ninguna urgencia en Moscú.El presidente de Estados Unidos amenaza con nuevas sanciones económicas, más duras y más amplias, pero al mismo tiempo reconoce que no espera milagros. «Son tipos astutos», dijo el domingo, refiriéndose a los rusos, en una breve charla con la prensa. «Son gente que se las apaña bastante bien para esquivar las sanciones».En medio del bloqueo diplomático, Trump ha enviado a Moscú a su enviado especial para todas las crisis, Steve Witkoff, un empresario inmobiliario neoyorquino sin experiencia diplomática pero muy fiel a él. Está previsto que aterrice en la capital rusa el miércoles o el jueves, tras hacer escala en Israel y Gaza, otro conflicto que tiene encargado solventar.Noticia Relacionada estandar Si El presidente de EE.UU. reduce a «10 o 12 días» el plazo a Putin para pactar la paz con Kiev David Alandete El presidente de EE.UU. advierte desde Escocia que no esperará más y amenaza con nuevas sancionesTrump asegura que ha sido el propio Kremlin quien ha solicitado la reunión con Witkoff. «Quieren verle. Han pedido que se reúna. Veremos qué pasa», declaró el presidente. El portavoz ruso, Dmitry Peskov, confirmó el encuentro y lo calificó de posiblemente «útil» y «sustantivo», según informa la agencia AP.La visita de Witkoff se produce en un momento especialmente delicado, porque Ucrania sigue perdiendo terreno en el frente oriental, aunque no hay señales de un colapso inminente. La ofensiva rusa avanza lentamente pero sin pausa. El nuevo objetivo es Pokrovsk, un centro logístico estratégico en Donetsk cuya caída podría abrir el camino hacia el interior del país.La ONU cifra en más de 12.000 los civiles muertos por bombardeos rusos desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. Trump lleva tres meses pidiendo en público el fin de esos ataques. Putin no ha respondido.En paralelo, Ucrania ha intensificado sus ataques con drones en territorio ruso. El último alcanzó un depósito de petróleo en las afueras de Sochi, desatando un gran incendio. Kiev asegura que las sanciones están debilitando la maquinaria de guerra rusa y exige a Occidente que las endurezca.El presidente Volodímir Zelenski pidió este lunes más sanciones secundarias contra la energía, la banca y el comercio exterior ruso, según Reuters. Pero Trump, cada vez más escéptico, ha dado señales de que no confía en que las sanciones cambien la posición de Putin.El mes pasado, el mandatario ruso anunció que el nuevo misil hipersónico Oreshnik ha entrado en servicio. Es capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 10 con múltiples cabezas explosivas. Putin lo describió como un arma tan poderosa que, en su versión convencional, puede causar daños comparables a los de un ataque nuclear. Ese mismo día, Dmitry Medvédev advirtió que la guerra podría escalar hasta un enfrentamiento directo entre Rusia y Estados Unidos.Trump respondió ordenando reposicionar dos submarinos nucleares. «Una respuesta a unas declaraciones altamente provocadoras», escribió en redes.Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha intentado mostrarse como el único líder capaz de frenar la guerra. Pero la realidad sobre el terreno es otra. El Kremlin no ha hecho concesiones, el frente sigue abierto y algunos aliados de Washington —sobre todo China e India— no están cooperando. La compra de petróleo ruso por parte de ambos países ha complicado los planes de sanciones secundarias y ha generado tensiones con Pekín y Nueva Delhi.India incluso ha recibido una subida de aranceles al 25% por comprar crudo y otros bienes rusos. Algunos funcionarios estadounidenses han advertido de que, si no hay avances hacia un alto el fuego, Estados Unidos podría empezar a replegarse de estas mediaciones.Reunión con ZelenskiMientras EE.UU. redobla sus esfuerzos para mediar entre Kiev y Moscú, el presidente Putin sigue mostrándose dispuesto a reunirse con su homólogo ucraniano para negociar la paz, un encuentro que, según el Kremlin, requiere una preparación especial. «Aún no se han realizado todos los trabajos preparatorios de la reunión. Y me gustaría recordarles que el propio presidente (Putin) no descarta celebrar una reunión de este tipo después de que se haya realizado el trabajo necesario a nivel de expertos y se haya recorrido la distancia adecuada«, ha declarado este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Él mismo ha valorado positivamente los esfuerzos estadounidenses para llegar a un acuerdo de paz definitivo entre Ucrania y Rusia. «El diálogo continúa, EE.UU. continúa sus esfuerzos de mediación para encontrar una solución a la crisis en Ucrania. Estos esfuerzos son cruciales, en particular en el contexto del proceso de negociaciones directas entre Rusia y Ucrania. El trabajo continúa», ha añadido en su rueda de prensa diaria. Anteriormente Zelenski se había negado a hablar con Putin e incluso aprobó una ley que prohibía el diálogo con él. En este 2025 ha rebajado el tono y ha reiterado su intención de acordar la paz con el mandatario ruso. Putin por su parte tampoco quería reunirse con el líder ucraniano y en numerosas ocasiones le ha tildado de ocupar el poder de forma ilegítima, algo que reitera aunque en la actualidad ha mostrado interés en un encuentro con él en las fases finales de la negociación de paz. A pesar de que la dinámica ha cambiado respecto a años anteriores, la reunión entre Zelenski y Putin deberá esperar. Ya lo dejó claro el mismo Kremlin el pasado 25 de julio, cuando Peskov aseguró que «una reunión al más alto nivel puede y debe poner punto final al acuerdo (de paz) y fijar las modalidades y acuerdos que se alcancen como resultado del trabajo de expertos«. Y subrayó que «hacer las cosas al revés es imposible». El viernes vence el plazo que Donald Trump impuso al Kremlin la semana pasada para alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania. La cuenta atrás ha comenzado, y desde Washington no se detecta ninguna urgencia en Moscú.El presidente de Estados Unidos amenaza con nuevas sanciones económicas, más duras y más amplias, pero al mismo tiempo reconoce que no espera milagros. «Son tipos astutos», dijo el domingo, refiriéndose a los rusos, en una breve charla con la prensa. «Son gente que se las apaña bastante bien para esquivar las sanciones».En medio del bloqueo diplomático, Trump ha enviado a Moscú a su enviado especial para todas las crisis, Steve Witkoff, un empresario inmobiliario neoyorquino sin experiencia diplomática pero muy fiel a él. Está previsto que aterrice en la capital rusa el miércoles o el jueves, tras hacer escala en Israel y Gaza, otro conflicto que tiene encargado solventar.Noticia Relacionada estandar Si El presidente de EE.UU. reduce a «10 o 12 días» el plazo a Putin para pactar la paz con Kiev David Alandete El presidente de EE.UU. advierte desde Escocia que no esperará más y amenaza con nuevas sancionesTrump asegura que ha sido el propio Kremlin quien ha solicitado la reunión con Witkoff. «Quieren verle. Han pedido que se reúna. Veremos qué pasa», declaró el presidente. El portavoz ruso, Dmitry Peskov, confirmó el encuentro y lo calificó de posiblemente «útil» y «sustantivo», según informa la agencia AP.La visita de Witkoff se produce en un momento especialmente delicado, porque Ucrania sigue perdiendo terreno en el frente oriental, aunque no hay señales de un colapso inminente. La ofensiva rusa avanza lentamente pero sin pausa. El nuevo objetivo es Pokrovsk, un centro logístico estratégico en Donetsk cuya caída podría abrir el camino hacia el interior del país.La ONU cifra en más de 12.000 los civiles muertos por bombardeos rusos desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. Trump lleva tres meses pidiendo en público el fin de esos ataques. Putin no ha respondido.En paralelo, Ucrania ha intensificado sus ataques con drones en territorio ruso. El último alcanzó un depósito de petróleo en las afueras de Sochi, desatando un gran incendio. Kiev asegura que las sanciones están debilitando la maquinaria de guerra rusa y exige a Occidente que las endurezca.El presidente Volodímir Zelenski pidió este lunes más sanciones secundarias contra la energía, la banca y el comercio exterior ruso, según Reuters. Pero Trump, cada vez más escéptico, ha dado señales de que no confía en que las sanciones cambien la posición de Putin.El mes pasado, el mandatario ruso anunció que el nuevo misil hipersónico Oreshnik ha entrado en servicio. Es capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 10 con múltiples cabezas explosivas. Putin lo describió como un arma tan poderosa que, en su versión convencional, puede causar daños comparables a los de un ataque nuclear. Ese mismo día, Dmitry Medvédev advirtió que la guerra podría escalar hasta un enfrentamiento directo entre Rusia y Estados Unidos.Trump respondió ordenando reposicionar dos submarinos nucleares. «Una respuesta a unas declaraciones altamente provocadoras», escribió en redes.Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha intentado mostrarse como el único líder capaz de frenar la guerra. Pero la realidad sobre el terreno es otra. El Kremlin no ha hecho concesiones, el frente sigue abierto y algunos aliados de Washington —sobre todo China e India— no están cooperando. La compra de petróleo ruso por parte de ambos países ha complicado los planes de sanciones secundarias y ha generado tensiones con Pekín y Nueva Delhi.India incluso ha recibido una subida de aranceles al 25% por comprar crudo y otros bienes rusos. Algunos funcionarios estadounidenses han advertido de que, si no hay avances hacia un alto el fuego, Estados Unidos podría empezar a replegarse de estas mediaciones.Reunión con ZelenskiMientras EE.UU. redobla sus esfuerzos para mediar entre Kiev y Moscú, el presidente Putin sigue mostrándose dispuesto a reunirse con su homólogo ucraniano para negociar la paz, un encuentro que, según el Kremlin, requiere una preparación especial. «Aún no se han realizado todos los trabajos preparatorios de la reunión. Y me gustaría recordarles que el propio presidente (Putin) no descarta celebrar una reunión de este tipo después de que se haya realizado el trabajo necesario a nivel de expertos y se haya recorrido la distancia adecuada«, ha declarado este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Él mismo ha valorado positivamente los esfuerzos estadounidenses para llegar a un acuerdo de paz definitivo entre Ucrania y Rusia. «El diálogo continúa, EE.UU. continúa sus esfuerzos de mediación para encontrar una solución a la crisis en Ucrania. Estos esfuerzos son cruciales, en particular en el contexto del proceso de negociaciones directas entre Rusia y Ucrania. El trabajo continúa», ha añadido en su rueda de prensa diaria. Anteriormente Zelenski se había negado a hablar con Putin e incluso aprobó una ley que prohibía el diálogo con él. En este 2025 ha rebajado el tono y ha reiterado su intención de acordar la paz con el mandatario ruso. Putin por su parte tampoco quería reunirse con el líder ucraniano y en numerosas ocasiones le ha tildado de ocupar el poder de forma ilegítima, algo que reitera aunque en la actualidad ha mostrado interés en un encuentro con él en las fases finales de la negociación de paz. A pesar de que la dinámica ha cambiado respecto a años anteriores, la reunión entre Zelenski y Putin deberá esperar. Ya lo dejó claro el mismo Kremlin el pasado 25 de julio, cuando Peskov aseguró que «una reunión al más alto nivel puede y debe poner punto final al acuerdo (de paz) y fijar las modalidades y acuerdos que se alcancen como resultado del trabajo de expertos«. Y subrayó que «hacer las cosas al revés es imposible». El viernes vence el plazo que Donald Trump impuso al Kremlin la semana pasada para alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania. La cuenta atrás ha comenzado, y desde Washington no se detecta ninguna urgencia en Moscú.El presidente de Estados Unidos amenaza con nuevas sanciones económicas, más duras y más amplias, pero al mismo tiempo reconoce que no espera milagros. «Son tipos astutos», dijo el domingo, refiriéndose a los rusos, en una breve charla con la prensa. «Son gente que se las apaña bastante bien para esquivar las sanciones».En medio del bloqueo diplomático, Trump ha enviado a Moscú a su enviado especial para todas las crisis, Steve Witkoff, un empresario inmobiliario neoyorquino sin experiencia diplomática pero muy fiel a él. Está previsto que aterrice en la capital rusa el miércoles o el jueves, tras hacer escala en Israel y Gaza, otro conflicto que tiene encargado solventar.Noticia Relacionada estandar Si El presidente de EE.UU. reduce a «10 o 12 días» el plazo a Putin para pactar la paz con Kiev David Alandete El presidente de EE.UU. advierte desde Escocia que no esperará más y amenaza con nuevas sancionesTrump asegura que ha sido el propio Kremlin quien ha solicitado la reunión con Witkoff. «Quieren verle. Han pedido que se reúna. Veremos qué pasa», declaró el presidente. El portavoz ruso, Dmitry Peskov, confirmó el encuentro y lo calificó de posiblemente «útil» y «sustantivo», según informa la agencia AP.La visita de Witkoff se produce en un momento especialmente delicado, porque Ucrania sigue perdiendo terreno en el frente oriental, aunque no hay señales de un colapso inminente. La ofensiva rusa avanza lentamente pero sin pausa. El nuevo objetivo es Pokrovsk, un centro logístico estratégico en Donetsk cuya caída podría abrir el camino hacia el interior del país.La ONU cifra en más de 12.000 los civiles muertos por bombardeos rusos desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. Trump lleva tres meses pidiendo en público el fin de esos ataques. Putin no ha respondido.En paralelo, Ucrania ha intensificado sus ataques con drones en territorio ruso. El último alcanzó un depósito de petróleo en las afueras de Sochi, desatando un gran incendio. Kiev asegura que las sanciones están debilitando la maquinaria de guerra rusa y exige a Occidente que las endurezca.El presidente Volodímir Zelenski pidió este lunes más sanciones secundarias contra la energía, la banca y el comercio exterior ruso, según Reuters. Pero Trump, cada vez más escéptico, ha dado señales de que no confía en que las sanciones cambien la posición de Putin.El mes pasado, el mandatario ruso anunció que el nuevo misil hipersónico Oreshnik ha entrado en servicio. Es capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 10 con múltiples cabezas explosivas. Putin lo describió como un arma tan poderosa que, en su versión convencional, puede causar daños comparables a los de un ataque nuclear. Ese mismo día, Dmitry Medvédev advirtió que la guerra podría escalar hasta un enfrentamiento directo entre Rusia y Estados Unidos.Trump respondió ordenando reposicionar dos submarinos nucleares. «Una respuesta a unas declaraciones altamente provocadoras», escribió en redes.Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha intentado mostrarse como el único líder capaz de frenar la guerra. Pero la realidad sobre el terreno es otra. El Kremlin no ha hecho concesiones, el frente sigue abierto y algunos aliados de Washington —sobre todo China e India— no están cooperando. La compra de petróleo ruso por parte de ambos países ha complicado los planes de sanciones secundarias y ha generado tensiones con Pekín y Nueva Delhi.India incluso ha recibido una subida de aranceles al 25% por comprar crudo y otros bienes rusos. Algunos funcionarios estadounidenses han advertido de que, si no hay avances hacia un alto el fuego, Estados Unidos podría empezar a replegarse de estas mediaciones.Reunión con ZelenskiMientras EE.UU. redobla sus esfuerzos para mediar entre Kiev y Moscú, el presidente Putin sigue mostrándose dispuesto a reunirse con su homólogo ucraniano para negociar la paz, un encuentro que, según el Kremlin, requiere una preparación especial. «Aún no se han realizado todos los trabajos preparatorios de la reunión. Y me gustaría recordarles que el propio presidente (Putin) no descarta celebrar una reunión de este tipo después de que se haya realizado el trabajo necesario a nivel de expertos y se haya recorrido la distancia adecuada«, ha declarado este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Él mismo ha valorado positivamente los esfuerzos estadounidenses para llegar a un acuerdo de paz definitivo entre Ucrania y Rusia. «El diálogo continúa, EE.UU. continúa sus esfuerzos de mediación para encontrar una solución a la crisis en Ucrania. Estos esfuerzos son cruciales, en particular en el contexto del proceso de negociaciones directas entre Rusia y Ucrania. El trabajo continúa», ha añadido en su rueda de prensa diaria. Anteriormente Zelenski se había negado a hablar con Putin e incluso aprobó una ley que prohibía el diálogo con él. En este 2025 ha rebajado el tono y ha reiterado su intención de acordar la paz con el mandatario ruso. Putin por su parte tampoco quería reunirse con el líder ucraniano y en numerosas ocasiones le ha tildado de ocupar el poder de forma ilegítima, algo que reitera aunque en la actualidad ha mostrado interés en un encuentro con él en las fases finales de la negociación de paz. A pesar de que la dinámica ha cambiado respecto a años anteriores, la reunión entre Zelenski y Putin deberá esperar. Ya lo dejó claro el mismo Kremlin el pasado 25 de julio, cuando Peskov aseguró que «una reunión al más alto nivel puede y debe poner punto final al acuerdo (de paz) y fijar las modalidades y acuerdos que se alcancen como resultado del trabajo de expertos«. Y subrayó que «hacer las cosas al revés es imposible». RSS de noticias de internacional
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