Donald Trump le ha devuelto a Nicolás Maduro una parte del margen que durante años le negó. La Casa Blanca ha reemitido esta semana la licencia que permite a Chevron operar en Venezuela, cuatro meses después de cancelarla. El giro llega tras un canje: diez ciudadanos estadounidenses, liberados por Caracas , a cambio de la deportación de 252 venezolanos desde un centro de detención en El Salvador. En paralelo, se busca frenar las exportaciones de crudo venezolano a China y contener el flujo migratorio. Según ha podido saber ABC, la nueva licencia tiene una duración de seis meses, prorrogables, y permite a Chevron extraer petróleo en Venezuela y exportarlo exclusivamente a Estados Unidos . Parte de los beneficios se destinará al pago de deudas pendientes con acreedores estadounidenses, con la condición de que no financien directamente al régimen de Maduro, algo que no se detalla como se hará.Noticia Relacionada estandar Si «Gracias por el apoyo»: el oscuro papel de Zapatero en el canje de presos entre Maduro y Trump Ymarú Rojas Las autoridades chavistas elogian la participación del expresidente del Gobierno español en la operación, sin aclarar cuáles han sido sus gestionesLa resolución se selló en una reunión a puerta cerrada en la Casa Blanca la semana pasada. Estuvieron presentes el presidente Trump, el secretario de Estado Marco Rubio y el jefe adjunto de gabinete, Stephen Miller. Fuentes al tanto explican que allí se plantearon dos argumentos clave: Maduro estaba aceptando más vuelos con deportados venezolanos y Chevron podía ayudar a reforzar la posición de Estados Unidos frente a China.El pacto incluyó la liberación de diez ciudadanos y residentes permanentes estadounidenses que, según Washington, estaban detenidos de forma irregular en Venezuela. A cambio, EE.UU. deportó a 252 venezolanos desde un centro de detención de alta seguridad en El Salvador, al que habían sido trasladados bajo un acuerdo bilateral. El canje no fue anunciado oficialmente, pero se confirmó tras la reactivación de la licencia.Uno de los liberados por Maduro es un condenado por un triple asesinato en Madrid en 2016, Dahud Hanid Ortiz . El departamento de Estado se ha negado a dar detalles sobre su paradero a ABC. Cambio de criterioEn su primer mandato, Trump reconoció a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, declaró a Maduro como ilegítimo y ordenó «sanciones máximas», incluida la cancelación de licencias a Chevron y otras compañías estadounidenses. La estrategia buscaba asfixiar económicamente al régimen. Con el paso del tiempo, la presión no derivó en un cambio de poder, pero sí en un creciente acercamiento entre Caracas y Pekín.Durante su presidencia, Joe Biden intentó negociar con Maduro. A cambio de promesas de elecciones libres, permitió que Chevron volviera a operar en condiciones limitadas. La reelección de Maduro el año pasado, tras una campaña con arrestos y denuncias de fraude, rompió el pacto. Biden reactivó protecciones migratorias y suspendió nuevos acuerdos. Trump revirtió inmediatamente esa apertura al regresar a la presidencia, calificándola de «concesión inadmisible».En mayo, Trump había considerado extender la licencia a Chevron, pero tres diputados republicanos del sur de Florida amenazaron con bloquear su paquete de gasto si se mantenía la medida. La presión surtió efecto y la licencia fue cancelada antes del 27 de mayo. Sin embargo, el aumento de exportaciones venezolanas a China y la posibilidad de intensificar deportaciones provocaron un nuevo cambio de criterio.Marco Rubio, uno de los críticos más duros de Maduro cuando era senador, participó directamente en el giro. Aunque al principio presionó para cancelar la licencia, aceptó respaldar la nueva medida tras constatar que Trump valoraba más el interés estratégico y económico. Rubio, ahora secretario de Estado, optó por mantenerse dentro de las decisiones clave, aun a costa de flexibilizar su postura anterior. Donald Trump le ha devuelto a Nicolás Maduro una parte del margen que durante años le negó. La Casa Blanca ha reemitido esta semana la licencia que permite a Chevron operar en Venezuela, cuatro meses después de cancelarla. El giro llega tras un canje: diez ciudadanos estadounidenses, liberados por Caracas , a cambio de la deportación de 252 venezolanos desde un centro de detención en El Salvador. En paralelo, se busca frenar las exportaciones de crudo venezolano a China y contener el flujo migratorio. Según ha podido saber ABC, la nueva licencia tiene una duración de seis meses, prorrogables, y permite a Chevron extraer petróleo en Venezuela y exportarlo exclusivamente a Estados Unidos . Parte de los beneficios se destinará al pago de deudas pendientes con acreedores estadounidenses, con la condición de que no financien directamente al régimen de Maduro, algo que no se detalla como se hará.Noticia Relacionada estandar Si «Gracias por el apoyo»: el oscuro papel de Zapatero en el canje de presos entre Maduro y Trump Ymarú Rojas Las autoridades chavistas elogian la participación del expresidente del Gobierno español en la operación, sin aclarar cuáles han sido sus gestionesLa resolución se selló en una reunión a puerta cerrada en la Casa Blanca la semana pasada. Estuvieron presentes el presidente Trump, el secretario de Estado Marco Rubio y el jefe adjunto de gabinete, Stephen Miller. Fuentes al tanto explican que allí se plantearon dos argumentos clave: Maduro estaba aceptando más vuelos con deportados venezolanos y Chevron podía ayudar a reforzar la posición de Estados Unidos frente a China.El pacto incluyó la liberación de diez ciudadanos y residentes permanentes estadounidenses que, según Washington, estaban detenidos de forma irregular en Venezuela. A cambio, EE.UU. deportó a 252 venezolanos desde un centro de detención de alta seguridad en El Salvador, al que habían sido trasladados bajo un acuerdo bilateral. El canje no fue anunciado oficialmente, pero se confirmó tras la reactivación de la licencia.Uno de los liberados por Maduro es un condenado por un triple asesinato en Madrid en 2016, Dahud Hanid Ortiz . El departamento de Estado se ha negado a dar detalles sobre su paradero a ABC. Cambio de criterioEn su primer mandato, Trump reconoció a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, declaró a Maduro como ilegítimo y ordenó «sanciones máximas», incluida la cancelación de licencias a Chevron y otras compañías estadounidenses. La estrategia buscaba asfixiar económicamente al régimen. Con el paso del tiempo, la presión no derivó en un cambio de poder, pero sí en un creciente acercamiento entre Caracas y Pekín.Durante su presidencia, Joe Biden intentó negociar con Maduro. A cambio de promesas de elecciones libres, permitió que Chevron volviera a operar en condiciones limitadas. La reelección de Maduro el año pasado, tras una campaña con arrestos y denuncias de fraude, rompió el pacto. Biden reactivó protecciones migratorias y suspendió nuevos acuerdos. Trump revirtió inmediatamente esa apertura al regresar a la presidencia, calificándola de «concesión inadmisible».En mayo, Trump había considerado extender la licencia a Chevron, pero tres diputados republicanos del sur de Florida amenazaron con bloquear su paquete de gasto si se mantenía la medida. La presión surtió efecto y la licencia fue cancelada antes del 27 de mayo. Sin embargo, el aumento de exportaciones venezolanas a China y la posibilidad de intensificar deportaciones provocaron un nuevo cambio de criterio.Marco Rubio, uno de los críticos más duros de Maduro cuando era senador, participó directamente en el giro. Aunque al principio presionó para cancelar la licencia, aceptó respaldar la nueva medida tras constatar que Trump valoraba más el interés estratégico y económico. Rubio, ahora secretario de Estado, optó por mantenerse dentro de las decisiones clave, aun a costa de flexibilizar su postura anterior. Donald Trump le ha devuelto a Nicolás Maduro una parte del margen que durante años le negó. La Casa Blanca ha reemitido esta semana la licencia que permite a Chevron operar en Venezuela, cuatro meses después de cancelarla. El giro llega tras un canje: diez ciudadanos estadounidenses, liberados por Caracas , a cambio de la deportación de 252 venezolanos desde un centro de detención en El Salvador. En paralelo, se busca frenar las exportaciones de crudo venezolano a China y contener el flujo migratorio. Según ha podido saber ABC, la nueva licencia tiene una duración de seis meses, prorrogables, y permite a Chevron extraer petróleo en Venezuela y exportarlo exclusivamente a Estados Unidos . Parte de los beneficios se destinará al pago de deudas pendientes con acreedores estadounidenses, con la condición de que no financien directamente al régimen de Maduro, algo que no se detalla como se hará.Noticia Relacionada estandar Si «Gracias por el apoyo»: el oscuro papel de Zapatero en el canje de presos entre Maduro y Trump Ymarú Rojas Las autoridades chavistas elogian la participación del expresidente del Gobierno español en la operación, sin aclarar cuáles han sido sus gestionesLa resolución se selló en una reunión a puerta cerrada en la Casa Blanca la semana pasada. Estuvieron presentes el presidente Trump, el secretario de Estado Marco Rubio y el jefe adjunto de gabinete, Stephen Miller. Fuentes al tanto explican que allí se plantearon dos argumentos clave: Maduro estaba aceptando más vuelos con deportados venezolanos y Chevron podía ayudar a reforzar la posición de Estados Unidos frente a China.El pacto incluyó la liberación de diez ciudadanos y residentes permanentes estadounidenses que, según Washington, estaban detenidos de forma irregular en Venezuela. A cambio, EE.UU. deportó a 252 venezolanos desde un centro de detención de alta seguridad en El Salvador, al que habían sido trasladados bajo un acuerdo bilateral. El canje no fue anunciado oficialmente, pero se confirmó tras la reactivación de la licencia.Uno de los liberados por Maduro es un condenado por un triple asesinato en Madrid en 2016, Dahud Hanid Ortiz . El departamento de Estado se ha negado a dar detalles sobre su paradero a ABC. Cambio de criterioEn su primer mandato, Trump reconoció a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, declaró a Maduro como ilegítimo y ordenó «sanciones máximas», incluida la cancelación de licencias a Chevron y otras compañías estadounidenses. La estrategia buscaba asfixiar económicamente al régimen. Con el paso del tiempo, la presión no derivó en un cambio de poder, pero sí en un creciente acercamiento entre Caracas y Pekín.Durante su presidencia, Joe Biden intentó negociar con Maduro. A cambio de promesas de elecciones libres, permitió que Chevron volviera a operar en condiciones limitadas. La reelección de Maduro el año pasado, tras una campaña con arrestos y denuncias de fraude, rompió el pacto. Biden reactivó protecciones migratorias y suspendió nuevos acuerdos. Trump revirtió inmediatamente esa apertura al regresar a la presidencia, calificándola de «concesión inadmisible».En mayo, Trump había considerado extender la licencia a Chevron, pero tres diputados republicanos del sur de Florida amenazaron con bloquear su paquete de gasto si se mantenía la medida. La presión surtió efecto y la licencia fue cancelada antes del 27 de mayo. Sin embargo, el aumento de exportaciones venezolanas a China y la posibilidad de intensificar deportaciones provocaron un nuevo cambio de criterio.Marco Rubio, uno de los críticos más duros de Maduro cuando era senador, participó directamente en el giro. Aunque al principio presionó para cancelar la licencia, aceptó respaldar la nueva medida tras constatar que Trump valoraba más el interés estratégico y económico. Rubio, ahora secretario de Estado, optó por mantenerse dentro de las decisiones clave, aun a costa de flexibilizar su postura anterior. RSS de noticias de internacional
Noticias Similares