Donald Trump viajó este jueves a Texas, a la región afectada por las inundaciones trágicas de la semana pasada, en uno de los peores desastres naturales de la historia reciente de EE.UU . La visita se produce en medio de un cuestionamiento del futuro de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), el organismo que organiza la asistencia en este tipo de catástrofes, después de que Trump haya barajado su eliminación en el comienzo de su segundo mandato.El presidente de EE.UU. acudió al condado de Kerr, en el centro de Texas, una hora y media al noroeste de San Antonio, donde justo una semana antes la crecida violenta del río Guadalupe y de varios cauces a su alrededor se llevó por delante todo lo que encontró en su camino. Las lluvias torrenciales, que son frecuentes aquí, provocaron una subida del nivel del río de hasta nueve metros por encima del cauce habitual. Hasta la llegada de Trump a la zona, se habían contabilizado 121 muertos . Entre ellos, decenas de menores que pasaban sus vacaciones en campamentos de verano a la orilla del río. Pero lo peor es que quedan 170 personas desaparecidas , cada vez con menos posibilidades de que sean encontradas con vida. «Es una cosa horrible», dijo Trump antes de subirse al Air Force One, el avión presidencial, rumbo a Texas, con la compañía de la primera dama, Melania Trump, y otras personalidades. Noticia Relacionada «Tuvieron que trepar entre los escombros» estandar No El sorprendente rescate de 31 trabajadores atrapados tras el derrumbe de un túnel en Los Ángeles La sección derrumbada formaba parte del Proyecto Clearwater del condado de Los Ángeles donde se está construyendo un nuevo túnel para mejorar el sistema de alcantarillado de la regiónAl llegar a Kerrville, una de las localidades afectadas, saludó a varias decenas de personas que trabajan en las labores de rescate y de ayuda a los afectados, con un fondo que mostraba la destrucción del río: un enorme camión volcado y una montaña de escombros empujados por el agua.La visita llega entre críticas sobre la preparación de las autoridades locales para una situación de este tipo, después de que desecharan la instalación de un sistema de sirenas que podría haber alertado a las personas de la crecida. Las alertas por móvil y los avisos de las autoridades -para una crecida que se produjo a primera hora de la mañana, cuando mucha gente está durmiendo- fueron insuficientes. Posibilidad de eliminar la agencia de emergenciasLa catástrofe también tiene un impacto político en Trump, que ha regresado este año a la Casa Blanca armado con una tijera para recortar servicios centrales en estas catástrofes, como el meteorológico y la propia FEMA, dentro de los esfuerzos por eliminar gasto en el sector público.De hecho, tanto Trump como su secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, de quien depende FEMA, han barajado la posibilidad de eliminar la agencia . El presidente firmó una orden ejecutiva hace meses en la que se comprometía a «comenzar el proceso de transformar FEMA o quizá deshacernos de FEMA».Trump creó un Consejo para Revisar FEMA, que debería emitir un informe en noviembre para dar recomendaciones sobre el futuro de la agencia. Pero esta catástrofe que ha conmocionado a EE.UU. parece que va a evitar la eliminación de la agencia. Trump y sus portavoces ya no hablan de ello y altos cargos de su Gobierno han asegurado a ‘The Washington Post’ que la posición ahora es que el desmantelamiento de FEMA no está en la agenda y que es posible que todo acabe en una reformulación de su estructura para que los estados tengan más protagonismo en la atención de emergencias de este tipo. Donald Trump viajó este jueves a Texas, a la región afectada por las inundaciones trágicas de la semana pasada, en uno de los peores desastres naturales de la historia reciente de EE.UU . La visita se produce en medio de un cuestionamiento del futuro de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), el organismo que organiza la asistencia en este tipo de catástrofes, después de que Trump haya barajado su eliminación en el comienzo de su segundo mandato.El presidente de EE.UU. acudió al condado de Kerr, en el centro de Texas, una hora y media al noroeste de San Antonio, donde justo una semana antes la crecida violenta del río Guadalupe y de varios cauces a su alrededor se llevó por delante todo lo que encontró en su camino. Las lluvias torrenciales, que son frecuentes aquí, provocaron una subida del nivel del río de hasta nueve metros por encima del cauce habitual. Hasta la llegada de Trump a la zona, se habían contabilizado 121 muertos . Entre ellos, decenas de menores que pasaban sus vacaciones en campamentos de verano a la orilla del río. Pero lo peor es que quedan 170 personas desaparecidas , cada vez con menos posibilidades de que sean encontradas con vida. «Es una cosa horrible», dijo Trump antes de subirse al Air Force One, el avión presidencial, rumbo a Texas, con la compañía de la primera dama, Melania Trump, y otras personalidades. Noticia Relacionada «Tuvieron que trepar entre los escombros» estandar No El sorprendente rescate de 31 trabajadores atrapados tras el derrumbe de un túnel en Los Ángeles La sección derrumbada formaba parte del Proyecto Clearwater del condado de Los Ángeles donde se está construyendo un nuevo túnel para mejorar el sistema de alcantarillado de la regiónAl llegar a Kerrville, una de las localidades afectadas, saludó a varias decenas de personas que trabajan en las labores de rescate y de ayuda a los afectados, con un fondo que mostraba la destrucción del río: un enorme camión volcado y una montaña de escombros empujados por el agua.La visita llega entre críticas sobre la preparación de las autoridades locales para una situación de este tipo, después de que desecharan la instalación de un sistema de sirenas que podría haber alertado a las personas de la crecida. Las alertas por móvil y los avisos de las autoridades -para una crecida que se produjo a primera hora de la mañana, cuando mucha gente está durmiendo- fueron insuficientes. Posibilidad de eliminar la agencia de emergenciasLa catástrofe también tiene un impacto político en Trump, que ha regresado este año a la Casa Blanca armado con una tijera para recortar servicios centrales en estas catástrofes, como el meteorológico y la propia FEMA, dentro de los esfuerzos por eliminar gasto en el sector público.De hecho, tanto Trump como su secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, de quien depende FEMA, han barajado la posibilidad de eliminar la agencia . El presidente firmó una orden ejecutiva hace meses en la que se comprometía a «comenzar el proceso de transformar FEMA o quizá deshacernos de FEMA».Trump creó un Consejo para Revisar FEMA, que debería emitir un informe en noviembre para dar recomendaciones sobre el futuro de la agencia. Pero esta catástrofe que ha conmocionado a EE.UU. parece que va a evitar la eliminación de la agencia. Trump y sus portavoces ya no hablan de ello y altos cargos de su Gobierno han asegurado a ‘The Washington Post’ que la posición ahora es que el desmantelamiento de FEMA no está en la agenda y que es posible que todo acabe en una reformulación de su estructura para que los estados tengan más protagonismo en la atención de emergencias de este tipo. Donald Trump viajó este jueves a Texas, a la región afectada por las inundaciones trágicas de la semana pasada, en uno de los peores desastres naturales de la historia reciente de EE.UU . La visita se produce en medio de un cuestionamiento del futuro de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), el organismo que organiza la asistencia en este tipo de catástrofes, después de que Trump haya barajado su eliminación en el comienzo de su segundo mandato.El presidente de EE.UU. acudió al condado de Kerr, en el centro de Texas, una hora y media al noroeste de San Antonio, donde justo una semana antes la crecida violenta del río Guadalupe y de varios cauces a su alrededor se llevó por delante todo lo que encontró en su camino. Las lluvias torrenciales, que son frecuentes aquí, provocaron una subida del nivel del río de hasta nueve metros por encima del cauce habitual. Hasta la llegada de Trump a la zona, se habían contabilizado 121 muertos . Entre ellos, decenas de menores que pasaban sus vacaciones en campamentos de verano a la orilla del río. Pero lo peor es que quedan 170 personas desaparecidas , cada vez con menos posibilidades de que sean encontradas con vida. «Es una cosa horrible», dijo Trump antes de subirse al Air Force One, el avión presidencial, rumbo a Texas, con la compañía de la primera dama, Melania Trump, y otras personalidades. Noticia Relacionada «Tuvieron que trepar entre los escombros» estandar No El sorprendente rescate de 31 trabajadores atrapados tras el derrumbe de un túnel en Los Ángeles La sección derrumbada formaba parte del Proyecto Clearwater del condado de Los Ángeles donde se está construyendo un nuevo túnel para mejorar el sistema de alcantarillado de la regiónAl llegar a Kerrville, una de las localidades afectadas, saludó a varias decenas de personas que trabajan en las labores de rescate y de ayuda a los afectados, con un fondo que mostraba la destrucción del río: un enorme camión volcado y una montaña de escombros empujados por el agua.La visita llega entre críticas sobre la preparación de las autoridades locales para una situación de este tipo, después de que desecharan la instalación de un sistema de sirenas que podría haber alertado a las personas de la crecida. Las alertas por móvil y los avisos de las autoridades -para una crecida que se produjo a primera hora de la mañana, cuando mucha gente está durmiendo- fueron insuficientes. Posibilidad de eliminar la agencia de emergenciasLa catástrofe también tiene un impacto político en Trump, que ha regresado este año a la Casa Blanca armado con una tijera para recortar servicios centrales en estas catástrofes, como el meteorológico y la propia FEMA, dentro de los esfuerzos por eliminar gasto en el sector público.De hecho, tanto Trump como su secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, de quien depende FEMA, han barajado la posibilidad de eliminar la agencia . El presidente firmó una orden ejecutiva hace meses en la que se comprometía a «comenzar el proceso de transformar FEMA o quizá deshacernos de FEMA».Trump creó un Consejo para Revisar FEMA, que debería emitir un informe en noviembre para dar recomendaciones sobre el futuro de la agencia. Pero esta catástrofe que ha conmocionado a EE.UU. parece que va a evitar la eliminación de la agencia. Trump y sus portavoces ya no hablan de ello y altos cargos de su Gobierno han asegurado a ‘The Washington Post’ que la posición ahora es que el desmantelamiento de FEMA no está en la agenda y que es posible que todo acabe en una reformulación de su estructura para que los estados tengan más protagonismo en la atención de emergencias de este tipo. RSS de noticias de sociedad
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