<p>Hay veranos que deslumbran de día y agotan por la noche. En apariencia todo funciona: sol, cifras, récords. Pero en cuanto cae la luz, aparece lo que no se ve. Pavese escribió que «vendrá la muerte y tendrá tus ojos» (Verrà la morte e avrà i tuoi occhi). A veces no hace falta que venga: basta con que se quede a mirar, mientras todo el mundo celebra. <strong>En las siestas largas del turismo español se acumulan deudas</strong>. Y por la noche, alguien repasa lo que falta. Lo que no volverá porque nunca estuvo.</p>
Mientras el turismo bate récords, otros sectores que requieren tiempo, inversión y estabilidad -como la agricultura o la industria local- retroceden o se vacían de contenido.
<p>Hay veranos que deslumbran de día y agotan por la noche. En apariencia todo funciona: sol, cifras, récords. Pero en cuanto cae la luz, aparece lo que no se ve. Pavese escribió que «vendrá la muerte y tendrá tus ojos» (Verrà la morte e avrà i tuoi occhi). A veces no hace falta que venga: basta con que se quede a mirar, mientras todo el mundo celebra. <strong>En las siestas largas del turismo español se acumulan deudas</strong>. Y por la noche, alguien repasa lo que falta. Lo que no volverá porque nunca estuvo.</p>
Actualidad Económica