Hay días en que mejor no levantarse y semana que uno desearía que no acabase, más cuando la prórroga de ella tiene el pitido inicial del Gordo de Navidad y el final, un partido contra el Rayo Vallecano en casa sin el sibilino Cuadra Fernández al silbato y con la guitarra eléctrica del VAR a cargo de Santana, aunque no sea Carlos y sí Juan Luís. Es el caso del Real Betis, que en caso de vencer mañana al decimosegundo clasificado liguero habrá completado ocho días para enmarcar.Ahí sería nada: victoria, con diez, sobre el Villarreal, antes del partido en el pelotón a la caza de una plaza Champions y, después, emparejado a él para liderar la persecución; Junta de Accionistas con importantes temas a tratar y que terminó en besamanos; clasificación para los «play off» de la Conference League cuando estaba amenazado de eliminación y, de propina, exclusión de tres jugadores del «eterno» en su partido contra el Celta, que aunque no tuvo consecuencias para este, sí hizo hervir la sangre verde.Se comprobó en la Junta, con la ovación a Ángel Haro cuando afirmó, en referencia a la bandera exhibida por las canteranos del Sevilla en el derbi, que «los símbolos no se van a tocar». Tentó el presidente la fibra más sensible del beticismo el mismo día en que se aprobaba la reforma estatutaria que permite la entrada de capital extranjero en el club, algo bendecido por la legislación europea y no contemplado por los actuales gestores, aunque siempre se puede cambiar de opinión y más ahora con el beneplácito de los accionistas.Se aprobaron los trece puntos, tanto como barras del escudo. El beticismo confía de forma mayoritaria en sus líderes. Lo hizo antes, cuando el club era de todos los béticos, y lo hace ahora en que, tras la ampliación de capital, el órgano de decisión de la entidad, como bien explicaba en estas páginas el jefe de Deportes de esta casa, Mateo González, acapara el 53%. Han expuesto su dinero, dieron la oportunidad a todos de participar y mantener el «estatus quo» anterior y están legitimados, véanse los números de las votaciones, por la minoría. Buen trabajo. Hay días en que mejor no levantarse y semana que uno desearía que no acabase, más cuando la prórroga de ella tiene el pitido inicial del Gordo de Navidad y el final, un partido contra el Rayo Vallecano en casa sin el sibilino Cuadra Fernández al silbato y con la guitarra eléctrica del VAR a cargo de Santana, aunque no sea Carlos y sí Juan Luís. Es el caso del Real Betis, que en caso de vencer mañana al decimosegundo clasificado liguero habrá completado ocho días para enmarcar.Ahí sería nada: victoria, con diez, sobre el Villarreal, antes del partido en el pelotón a la caza de una plaza Champions y, después, emparejado a él para liderar la persecución; Junta de Accionistas con importantes temas a tratar y que terminó en besamanos; clasificación para los «play off» de la Conference League cuando estaba amenazado de eliminación y, de propina, exclusión de tres jugadores del «eterno» en su partido contra el Celta, que aunque no tuvo consecuencias para este, sí hizo hervir la sangre verde.Se comprobó en la Junta, con la ovación a Ángel Haro cuando afirmó, en referencia a la bandera exhibida por las canteranos del Sevilla en el derbi, que «los símbolos no se van a tocar». Tentó el presidente la fibra más sensible del beticismo el mismo día en que se aprobaba la reforma estatutaria que permite la entrada de capital extranjero en el club, algo bendecido por la legislación europea y no contemplado por los actuales gestores, aunque siempre se puede cambiar de opinión y más ahora con el beneplácito de los accionistas.Se aprobaron los trece puntos, tanto como barras del escudo. El beticismo confía de forma mayoritaria en sus líderes. Lo hizo antes, cuando el club era de todos los béticos, y lo hace ahora en que, tras la ampliación de capital, el órgano de decisión de la entidad, como bien explicaba en estas páginas el jefe de Deportes de esta casa, Mateo González, acapara el 53%. Han expuesto su dinero, dieron la oportunidad a todos de participar y mantener el «estatus quo» anterior y están legitimados, véanse los números de las votaciones, por la minoría. Buen trabajo. Hay días en que mejor no levantarse y semana que uno desearía que no acabase, más cuando la prórroga de ella tiene el pitido inicial del Gordo de Navidad y el final, un partido contra el Rayo Vallecano en casa sin el sibilino Cuadra Fernández al silbato y con la guitarra eléctrica del VAR a cargo de Santana, aunque no sea Carlos y sí Juan Luís. Es el caso del Real Betis, que en caso de vencer mañana al decimosegundo clasificado liguero habrá completado ocho días para enmarcar.Ahí sería nada: victoria, con diez, sobre el Villarreal, antes del partido en el pelotón a la caza de una plaza Champions y, después, emparejado a él para liderar la persecución; Junta de Accionistas con importantes temas a tratar y que terminó en besamanos; clasificación para los «play off» de la Conference League cuando estaba amenazado de eliminación y, de propina, exclusión de tres jugadores del «eterno» en su partido contra el Celta, que aunque no tuvo consecuencias para este, sí hizo hervir la sangre verde.Se comprobó en la Junta, con la ovación a Ángel Haro cuando afirmó, en referencia a la bandera exhibida por las canteranos del Sevilla en el derbi, que «los símbolos no se van a tocar». Tentó el presidente la fibra más sensible del beticismo el mismo día en que se aprobaba la reforma estatutaria que permite la entrada de capital extranjero en el club, algo bendecido por la legislación europea y no contemplado por los actuales gestores, aunque siempre se puede cambiar de opinión y más ahora con el beneplácito de los accionistas.Se aprobaron los trece puntos, tanto como barras del escudo. El beticismo confía de forma mayoritaria en sus líderes. Lo hizo antes, cuando el club era de todos los béticos, y lo hace ahora en que, tras la ampliación de capital, el órgano de decisión de la entidad, como bien explicaba en estas páginas el jefe de Deportes de esta casa, Mateo González, acapara el 53%. Han expuesto su dinero, dieron la oportunidad a todos de participar y mantener el «estatus quo» anterior y están legitimados, véanse los números de las votaciones, por la minoría. Buen trabajo. RSS de noticias de deportes
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