Un sistema que controla las redes de agua, un cluedo matemático, un «alcoholímetro» que detecta enfermedades, una iniciativa que clasifica tumores de mama gracias a los datos y una propuesta artística que invita a reconectar con la naturaleza han sido los proyectos galardonados en la segunda edición de los Premios CREAIMPACTO, que organizan Vocento y U4Impact con el objetivo de ser vínculo de unión entre la comunidad universitaria y las empresas comprometidas con el cambio.Los galardonados han sido elegidos entre los más de 600 trabajos presentados este año, procedentes de 42 universidades españolas, 20 ciudades y 50 carreras de todas las áreas del conocimiento. Todos ellos proponen soluciones innovadoras y sostenibles, no sólo a losproblemas actuales sino a los desafíos que se avecinan, y demuestran la pasión y elcompromiso de los universitarios con un futuro más justo y sustentable.«Estos premios buscan recompensar el tiempo, el talento, el conocimiento y el esfuerzo que habéis puesto en la realización de vuestros trabajos. Todos ellos tienen un hilo conductor: conseguir un impacto positivo, contribuir a un futuro mejor», dijo Mariana Ramonell, directora de Sostenibilidad de Vocento, en la entrega de los premios, que se celebró ayer en la sede de la compañía en Madrid.«Para Vocento, participar en estos premios es una oportunidad para acercarnos a generaciones más jóvenes, para escuchar nuevas propuestas e ideas y para conocer vuestras inquietudes», aseguró Ramonell, quien añadió que Vocento quiere ser un «altavoz de causas poderosas que busquen mejorar la sociedad y aporten una mirada fresca e inconformista», dando «visibilidad, cobertura y difusión a aquello en lo que creemos y confiamos. Contar vuestras historias y pensar que pueden servir de inspiración para otros jóvenes nos llena de ilusión».Por su parte, Blanca Travesí, cofundadora y COO de U4IMPACT, recalcó que estos premios «celebran el inconformismo» y se mostró orgullosa de haber recibido tantos trabajos que «hablan de compromiso, valores, creatividad y actitud para enfrentarse a las dificultades y los problemas». «Son unos premios para conectar, ir juntos y llegar más lejos», concluyó. Los galardones premiaron cinco categorías. Juan Arquero Gallego, de la Universidad Politécnica de Madrid, fue el ganador en la de Sostenibilidad por su proyecto «Diseño e implementación de sistema IoT para monitorización y control de redes de distribución hídrica», que pretende combatir problemas como la pérdida de agua o su contaminación por nitratos, gracias a un sistema inteligente que controla las redes hídricas para optimizar su uso y detectar fugas o contaminación. Para ello, usa tecnología LoRa y un microcontrolador con sensores, conectados a una plataforma web que gestiona los datos en remoto.En la categoría de Nuevas Tecnologías se llevó el premio Sandra Sánchez Sarabia, de la Universidad de Alicante, por su proyecto «Detección de tumores de mama utilizando Deep Learning». Sánchez Sarabia propone la creación de un modelo de redes neuronales convolucionales, capaz de clasificar tumores en mamografías como benignos o malignos usando conjuntos de datos públicos.Tania García Olivas, de la Universidad Politécnica de Madrid, fue galardonada en la categoría de Innovación Social por su trabajo «La incógnita del crimen», un Cluedo matemático para alumnos de cuarto de la ESO que fomenta el aprendizaje activo y cooperativo a través de retos algebraicos. El juego ha sido aplicado ya en el IES Miguel Catalán de Coslada (Madrid), donde mejoró la motivación y la actitud de los estudiantes de matemáticas. En la categoría de Salud, el ganador fue David Morales Loro, de la Universidad Politécnica de Madrid, por su trabajo: «Diseño de cámara de un alcoholímetro portátil para el diagnóstico de enfermedades». Morales ha desarrollado un analizador de aliento con un sensor semiconductor desarrollado en laboratorio, que ya ha superado con éxito ensayos clínicos y ha demostrado su potencial para diagnósticos rápidos y no invasivos.Por último, en la categoría de Arte, Cultura y Humanidades, se reconoció el trabajo de Anamaria Cimpeanu. La alumna de la Universidad Complutense de Madrid explora en su propuesta artística, titulada ‘Aquello que quitamos’, la relación entre el ser humano y la naturaleza en el entorno urbano, a partir del trigo. Cimpeanu analiza cómo ha cambiado ese vínculo a lo largo de la historia, a través de la mitología, la antropología, la sociología, el urbanismo y la cultura, cuestionando la desconexión en las ciudades e invitando a reconectar con la naturaleza.Antes de la entrega de premios, que presentó el geógrafo, climatólogo y divulgador científico Jacob Petrus, el joven Chema Garabito, que con 21 años es fundador y CEO de SperidLabs, y su hermano Guillermo, cofundador de la compañía y director de operaciones, hablaron con Rodrigo Alonso, redactor de Tecnología en ABC. SperidLabs es un proyecto de inteligencia artificial que genera gemelos digitales de museos y galerías de arte, para que sean accesibles desde cualquier lugar del mundo y para siempre, gracias a unas gafas de realidad aumentada. Además, ofrece la posibilidad de crear exposiciones que no han existido nunca, porque las obras de arte se encuentran dispersas o no se exponen al público.Chema Garabito explicó que había apostado por la IA porque «es una tecnología que lo va a acaparar todo y nos puede ayudar a todos en nuestro trabajo del día a día» y apuntó que «Europa no puede depender de otros países, tiene que desarrollarla de acuerdo a sus valores y su idiosincracsa». A los finalistas de los Premios CREAIMPACTO les aconsejó «poner pasión y el mayor esfuerzo que puedan en sus proyectos», mientras que Guillermo Garabito apuntó:«Toda la cultura que puedas llevar contigo marcará la diferencia. Rodéate bien y escucha». Un sistema que controla las redes de agua, un cluedo matemático, un «alcoholímetro» que detecta enfermedades, una iniciativa que clasifica tumores de mama gracias a los datos y una propuesta artística que invita a reconectar con la naturaleza han sido los proyectos galardonados en la segunda edición de los Premios CREAIMPACTO, que organizan Vocento y U4Impact con el objetivo de ser vínculo de unión entre la comunidad universitaria y las empresas comprometidas con el cambio.Los galardonados han sido elegidos entre los más de 600 trabajos presentados este año, procedentes de 42 universidades españolas, 20 ciudades y 50 carreras de todas las áreas del conocimiento. Todos ellos proponen soluciones innovadoras y sostenibles, no sólo a losproblemas actuales sino a los desafíos que se avecinan, y demuestran la pasión y elcompromiso de los universitarios con un futuro más justo y sustentable.«Estos premios buscan recompensar el tiempo, el talento, el conocimiento y el esfuerzo que habéis puesto en la realización de vuestros trabajos. Todos ellos tienen un hilo conductor: conseguir un impacto positivo, contribuir a un futuro mejor», dijo Mariana Ramonell, directora de Sostenibilidad de Vocento, en la entrega de los premios, que se celebró ayer en la sede de la compañía en Madrid.«Para Vocento, participar en estos premios es una oportunidad para acercarnos a generaciones más jóvenes, para escuchar nuevas propuestas e ideas y para conocer vuestras inquietudes», aseguró Ramonell, quien añadió que Vocento quiere ser un «altavoz de causas poderosas que busquen mejorar la sociedad y aporten una mirada fresca e inconformista», dando «visibilidad, cobertura y difusión a aquello en lo que creemos y confiamos. Contar vuestras historias y pensar que pueden servir de inspiración para otros jóvenes nos llena de ilusión».Por su parte, Blanca Travesí, cofundadora y COO de U4IMPACT, recalcó que estos premios «celebran el inconformismo» y se mostró orgullosa de haber recibido tantos trabajos que «hablan de compromiso, valores, creatividad y actitud para enfrentarse a las dificultades y los problemas». «Son unos premios para conectar, ir juntos y llegar más lejos», concluyó. Los galardones premiaron cinco categorías. Juan Arquero Gallego, de la Universidad Politécnica de Madrid, fue el ganador en la de Sostenibilidad por su proyecto «Diseño e implementación de sistema IoT para monitorización y control de redes de distribución hídrica», que pretende combatir problemas como la pérdida de agua o su contaminación por nitratos, gracias a un sistema inteligente que controla las redes hídricas para optimizar su uso y detectar fugas o contaminación. Para ello, usa tecnología LoRa y un microcontrolador con sensores, conectados a una plataforma web que gestiona los datos en remoto.En la categoría de Nuevas Tecnologías se llevó el premio Sandra Sánchez Sarabia, de la Universidad de Alicante, por su proyecto «Detección de tumores de mama utilizando Deep Learning». Sánchez Sarabia propone la creación de un modelo de redes neuronales convolucionales, capaz de clasificar tumores en mamografías como benignos o malignos usando conjuntos de datos públicos.Tania García Olivas, de la Universidad Politécnica de Madrid, fue galardonada en la categoría de Innovación Social por su trabajo «La incógnita del crimen», un Cluedo matemático para alumnos de cuarto de la ESO que fomenta el aprendizaje activo y cooperativo a través de retos algebraicos. El juego ha sido aplicado ya en el IES Miguel Catalán de Coslada (Madrid), donde mejoró la motivación y la actitud de los estudiantes de matemáticas. En la categoría de Salud, el ganador fue David Morales Loro, de la Universidad Politécnica de Madrid, por su trabajo: «Diseño de cámara de un alcoholímetro portátil para el diagnóstico de enfermedades». Morales ha desarrollado un analizador de aliento con un sensor semiconductor desarrollado en laboratorio, que ya ha superado con éxito ensayos clínicos y ha demostrado su potencial para diagnósticos rápidos y no invasivos.Por último, en la categoría de Arte, Cultura y Humanidades, se reconoció el trabajo de Anamaria Cimpeanu. La alumna de la Universidad Complutense de Madrid explora en su propuesta artística, titulada ‘Aquello que quitamos’, la relación entre el ser humano y la naturaleza en el entorno urbano, a partir del trigo. Cimpeanu analiza cómo ha cambiado ese vínculo a lo largo de la historia, a través de la mitología, la antropología, la sociología, el urbanismo y la cultura, cuestionando la desconexión en las ciudades e invitando a reconectar con la naturaleza.Antes de la entrega de premios, que presentó el geógrafo, climatólogo y divulgador científico Jacob Petrus, el joven Chema Garabito, que con 21 años es fundador y CEO de SperidLabs, y su hermano Guillermo, cofundador de la compañía y director de operaciones, hablaron con Rodrigo Alonso, redactor de Tecnología en ABC. SperidLabs es un proyecto de inteligencia artificial que genera gemelos digitales de museos y galerías de arte, para que sean accesibles desde cualquier lugar del mundo y para siempre, gracias a unas gafas de realidad aumentada. Además, ofrece la posibilidad de crear exposiciones que no han existido nunca, porque las obras de arte se encuentran dispersas o no se exponen al público.Chema Garabito explicó que había apostado por la IA porque «es una tecnología que lo va a acaparar todo y nos puede ayudar a todos en nuestro trabajo del día a día» y apuntó que «Europa no puede depender de otros países, tiene que desarrollarla de acuerdo a sus valores y su idiosincracsa». A los finalistas de los Premios CREAIMPACTO les aconsejó «poner pasión y el mayor esfuerzo que puedan en sus proyectos», mientras que Guillermo Garabito apuntó:«Toda la cultura que puedas llevar contigo marcará la diferencia. Rodéate bien y escucha». Un sistema que controla las redes de agua, un cluedo matemático, un «alcoholímetro» que detecta enfermedades, una iniciativa que clasifica tumores de mama gracias a los datos y una propuesta artística que invita a reconectar con la naturaleza han sido los proyectos galardonados en la segunda edición de los Premios CREAIMPACTO, que organizan Vocento y U4Impact con el objetivo de ser vínculo de unión entre la comunidad universitaria y las empresas comprometidas con el cambio.Los galardonados han sido elegidos entre los más de 600 trabajos presentados este año, procedentes de 42 universidades españolas, 20 ciudades y 50 carreras de todas las áreas del conocimiento. Todos ellos proponen soluciones innovadoras y sostenibles, no sólo a losproblemas actuales sino a los desafíos que se avecinan, y demuestran la pasión y elcompromiso de los universitarios con un futuro más justo y sustentable.«Estos premios buscan recompensar el tiempo, el talento, el conocimiento y el esfuerzo que habéis puesto en la realización de vuestros trabajos. Todos ellos tienen un hilo conductor: conseguir un impacto positivo, contribuir a un futuro mejor», dijo Mariana Ramonell, directora de Sostenibilidad de Vocento, en la entrega de los premios, que se celebró ayer en la sede de la compañía en Madrid.«Para Vocento, participar en estos premios es una oportunidad para acercarnos a generaciones más jóvenes, para escuchar nuevas propuestas e ideas y para conocer vuestras inquietudes», aseguró Ramonell, quien añadió que Vocento quiere ser un «altavoz de causas poderosas que busquen mejorar la sociedad y aporten una mirada fresca e inconformista», dando «visibilidad, cobertura y difusión a aquello en lo que creemos y confiamos. Contar vuestras historias y pensar que pueden servir de inspiración para otros jóvenes nos llena de ilusión».Por su parte, Blanca Travesí, cofundadora y COO de U4IMPACT, recalcó que estos premios «celebran el inconformismo» y se mostró orgullosa de haber recibido tantos trabajos que «hablan de compromiso, valores, creatividad y actitud para enfrentarse a las dificultades y los problemas». «Son unos premios para conectar, ir juntos y llegar más lejos», concluyó. Los galardones premiaron cinco categorías. Juan Arquero Gallego, de la Universidad Politécnica de Madrid, fue el ganador en la de Sostenibilidad por su proyecto «Diseño e implementación de sistema IoT para monitorización y control de redes de distribución hídrica», que pretende combatir problemas como la pérdida de agua o su contaminación por nitratos, gracias a un sistema inteligente que controla las redes hídricas para optimizar su uso y detectar fugas o contaminación. Para ello, usa tecnología LoRa y un microcontrolador con sensores, conectados a una plataforma web que gestiona los datos en remoto.En la categoría de Nuevas Tecnologías se llevó el premio Sandra Sánchez Sarabia, de la Universidad de Alicante, por su proyecto «Detección de tumores de mama utilizando Deep Learning». Sánchez Sarabia propone la creación de un modelo de redes neuronales convolucionales, capaz de clasificar tumores en mamografías como benignos o malignos usando conjuntos de datos públicos.Tania García Olivas, de la Universidad Politécnica de Madrid, fue galardonada en la categoría de Innovación Social por su trabajo «La incógnita del crimen», un Cluedo matemático para alumnos de cuarto de la ESO que fomenta el aprendizaje activo y cooperativo a través de retos algebraicos. El juego ha sido aplicado ya en el IES Miguel Catalán de Coslada (Madrid), donde mejoró la motivación y la actitud de los estudiantes de matemáticas. En la categoría de Salud, el ganador fue David Morales Loro, de la Universidad Politécnica de Madrid, por su trabajo: «Diseño de cámara de un alcoholímetro portátil para el diagnóstico de enfermedades». Morales ha desarrollado un analizador de aliento con un sensor semiconductor desarrollado en laboratorio, que ya ha superado con éxito ensayos clínicos y ha demostrado su potencial para diagnósticos rápidos y no invasivos.Por último, en la categoría de Arte, Cultura y Humanidades, se reconoció el trabajo de Anamaria Cimpeanu. La alumna de la Universidad Complutense de Madrid explora en su propuesta artística, titulada ‘Aquello que quitamos’, la relación entre el ser humano y la naturaleza en el entorno urbano, a partir del trigo. Cimpeanu analiza cómo ha cambiado ese vínculo a lo largo de la historia, a través de la mitología, la antropología, la sociología, el urbanismo y la cultura, cuestionando la desconexión en las ciudades e invitando a reconectar con la naturaleza.Antes de la entrega de premios, que presentó el geógrafo, climatólogo y divulgador científico Jacob Petrus, el joven Chema Garabito, que con 21 años es fundador y CEO de SperidLabs, y su hermano Guillermo, cofundador de la compañía y director de operaciones, hablaron con Rodrigo Alonso, redactor de Tecnología en ABC. SperidLabs es un proyecto de inteligencia artificial que genera gemelos digitales de museos y galerías de arte, para que sean accesibles desde cualquier lugar del mundo y para siempre, gracias a unas gafas de realidad aumentada. Además, ofrece la posibilidad de crear exposiciones que no han existido nunca, porque las obras de arte se encuentran dispersas o no se exponen al público.Chema Garabito explicó que había apostado por la IA porque «es una tecnología que lo va a acaparar todo y nos puede ayudar a todos en nuestro trabajo del día a día» y apuntó que «Europa no puede depender de otros países, tiene que desarrollarla de acuerdo a sus valores y su idiosincracsa». A los finalistas de los Premios CREAIMPACTO les aconsejó «poner pasión y el mayor esfuerzo que puedan en sus proyectos», mientras que Guillermo Garabito apuntó:«Toda la cultura que puedas llevar contigo marcará la diferencia. Rodéate bien y escucha». RSS de noticias de sociedad
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