La guerra comercial con Estados Unidos no es lo único que inquieta a Ursula von der Leyen. Más allá del todavía impredecible pulso con Washington, la presidenta de la Comisión Europea afronta esta semana una prueba crucial en Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo la someterá el jueves a una moción de censura impulsada por eurodiputados ultras. Aunque no tiene visos de triunfar, la votación —que será precedida por un debate este mismo lunes— es una muestra del creciente descontento con la gestión de la alemana. Los grupos de centroizquierda y los verdes, aunque no apoyarán la moción, han criticado a Von der Leyen. Exigen que su grupo político, el Partido Popular Europeo (PPE), deje de alinearse con las fuerzas más ultras y apueste de una vez por la mayoría proeuropea de la Cámara que permitió su reelección el año pasado.
La votación contra la presidenta de la Comisión se planteó por la escasa transparencia en la compra de vacunas Pfizer. Aunque es prácticamente imposible que prospere, supone un serio toque de atención
La guerra comercial con Estados Unidos no es lo único que inquieta a Ursula von der Leyen. Más allá del todavía impredecible pulso con Washington, la presidenta de la Comisión Europea afronta esta semana una prueba crucial en Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo la someterá el jueves a una moción de censura impulsada por eurodiputados ultras. Aunque no tiene visos de triunfar, la votación —que será precedida por un debate este mismo lunes— es una muestra del creciente descontento con la gestión de la alemana. Los grupos de centroizquierda y los verdes, aunque no apoyarán la moción, han criticado a Von der Leyen. Exigen que su grupo político, el Partido Popular Europeo (PPE), deje de alinearse con las fuerzas más ultras y apueste de una vez por la mayoría proeuropea de la Cámara que permitió su reelección el año pasado.
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