Desde que en 2002 se desveló el programa nuclear secreto de Irán, académicos y periodistas hemos elucubrado periódicamente sobre el riesgo de un choque militar entre ese país e Israel, que lo percibía como una amenaza existencial. En cada ocasión, se terminaba dando por hecho que EE UU frenaría el deseo de pasar a la acción de los halcones israelíes. Ya no más. El presidente Donald Trump no solo ha respaldado el ataque de Benjamín Netanyahu contra la República Islámica, sino que se ha unido al bombardeo. ¿Y ahora qué?
¿Es posible que los jefes de la Guardia Revolucionaria se conformen con una respuesta simbólica? Es posible, aunque improbable
Desde que en 2002 se desveló el programa nuclear secreto de Irán, académicos y periodistas hemos elucubrado periódicamente sobre el riesgo de un choque militar entre ese país e Israel, que lo percibía como una amenaza existencial. En cada ocasión, se terminaba dando por hecho que EE UU frenaría el deseo de pasar a la acción de los halcones israelíes. Ya no más. El presidente Donald Trump no solo ha respaldado el ataque de Benjamín Netanyahu contra la República Islámica, sino que se ha unido al bombardeo. ¿Y ahora qué?
Feed MRSS-S Noticias